Una mujer española de 23 años se enfrenta este martes a una condena de 5 años de prisión si es declarada culpable del delito de lesiones con un instrumento cortante del que está acusada por haber agredido al hombre que era su pareja en junio de 2022, cuando ambos residían en un apartamento de Cala Blanca. El juicio se celebra este martes por la mañana en el Juzgado Penal de Maó.
En el transcurso de una violenta discusión que se había iniciado durante la madrugada, ella primero le dio varios manotazos y golpes en el cuerpo, le agarró del cuello y posteriormente agarró un bate de béisbol con el que le propinó un golpe en la boca. El hombre, de 24 años de edad, reaccionó arrebatándole el bate con el que también la golpeó en la cabeza. La reacción de ella fue dirigirise a la cocina para coger dos cuchillos y regresar hasta él para darle varias cuchilladas en la pierna izquierda.
El fiscal califica los hechos como un delito de malos tratos por parte de él, por el que le pide la condena de un año de prisión, y de lesiones con instrumento cortante por parte de ella, a quien le solicita cinco años de cárcel, también por el agravante de parentesco. A ambos les impone una orden de alejamiento a no menos de 1.000 metros durante tres años.
A resultas de la pelea el hombre sufrio varias heridas contusas en la pierna izquierda en la que le clavó los cuchillos, también en el labio superior y dos más por mordeduras en el gemelo y brazo derechos que precisaron varios puntos de sutura, vacuna tetánica y cura local.
La joven padeció policontusiones y hematomas. Los dos acusados han renunciado a la indemnización que podrían solicitar por las lesiones que se provocaron.
Fue la misma joven la que llamó a la Policía Local sobre las 7 de la mañana. Cuando los agentes llegaron encontraron en la calle al hombre herido, con sangre en su pierna, y en la casa a la mujer que mostraba los signos de los golpes que había recibido, por lo que procedieron a la detención de ambos por un delito de lesiones.
Los dos tuvieron que ser trasladados al centro médico del Canal Salat para ser atendidos de los cortes y hematomas que se habían provocado, y posteriormente la Policía Nacional se hizo cargo del atestado.