Dos juicios en la misma sesión matinal en el Juzgado Penal de Maó y dos nuevas condenas en un solo día acumuló este martes uno de los delincuentes que suman actualmente más antecedentes penales y judiciales en Ciutadella.
El hombre, de 34 años de edad, cumple otra condena anterior que supuso su ingreso en prisión, por lo que acudió al juzgado esposado y custodiado por dos agentes de la Policía nacional.
En uno de los dos juicios, celebrados de forma correlativa, el inculpado aceptó una condena de dos años de prisión como responsable de haber entrado a robar por la fuerza en la parroquia de Sant Rafael, de Ciutadella, el 27 de junio del pasado año. Lo hizo cuando se estaba celebrando la eucaristía, lo que aprovechó para romper la puerta del despacho parroquial y allí apoderarse de un teléfono móvil y un sobre con 400 euros.
Sin embargo, la cuantía más elevada fueron los destrozos que ocasionó en la puerta del despacho parroquial, tasados en 2.803 euros. El hombre aceptó el acuerdo alcanzado por su abogado con el fiscal, que rebajó la condena a dos años de prisión, la mitad de lo que se le pedía en un principio, porque cometió el robo con sus facultades mermadas por la ingesta de drogas, lo que se consideró atenuante. Además, deberá indemnizar a la parroquia con el importe total del robo más los desperfectos.
Robo de una bicicleta
En el otro juicio al que también se sometió, el inculpado fue condenado al pago de una multa de 60 euros por el hurto de una bicicleta que, curiosamente, trataba de vender a su propio dueño cuando fue sorprendido y detenido por la Policía Nacional en julio del año pasado. Entonces aseguró que había pagado 699 euros por la bicicleta y que él no la había robado. Posteriormente, la puso a la venta en una red social, su dueño la vio, se interesó por ella y tras pactar el encuentro para la entrega, a cambio de 700 euros, lo puso en conocimiento de los agentes que se personaron en el lugar y procedieron a su detención
El propietario de la bicicleta pudo recuperarla. También en este caso se consideró como atenuante que el acusado tuviera sus facultades mermadas por haber consumido drogas.