Un nuevo episodio de ataque de un perro a una persona tuvo lugar el domingo, poco después de las 17 horas en la urbanización de Sant Tomàs. Se trata de uno de los dos animales que ya han protagonizado dos agresiones similares a otras tantas personas recientemente, la última de ellas el pasado 21 de abril cuando se abalanzaron sobre un hombre con movilidad reducida, lo que incrementa el temor entre otros residentes de este núcleo turístico.
La acometida del domingo fue junto a un complejo de apartamentos en una zona elevada de Sant Tomàs, cuando uno de los canes atacó a una mujer joven, senegalesa residente de Alaior y de unos 25 años, que hacía deporte en ese lugar, de lo que se desprende que, como sucedió en la ocasión anterior, tampoco llevaba el bozal puesto. El animal llegó a darle siete mordiscos en varias partes de su cuerpo, principalmente en las piernas, según informó ayer a este diario la Guardia Civil.
De inmediato se dio aviso al servicio de Emergencias 112 aunque la joven fue trasladada por gente de su entorno al centro de salud de Es Banyer, en Alaior, y posteriormente al hospital Mateu Orfila para ser atendida. Allí le curaron las heridas que precisaron varios puntos de sutura, principalmente en las piernas, además de recibir analgésicos, antibióticos y vacunas, ha precisado el Instituto Armado.
La víctima, muy enojada tras superar la ansiedad por el episodio desagradable que le tocó vivir, fue ayer martes a presentar la denuncia en el cuartel de la Guardia Civil, cuyos agentes ya han abierto diligencias para investigar en qué circunstancias se produjo el nuevo ataque del animal mestizo y dar cuenta al Juzgado. Al parecer el animal estaba a cargo del amigo del propietario, quien se hallaba fuera de Menorca el día en que se produjo este incidente.
Hace un mes, tras otra agresión de los animales a una persona con movilidad reducida, también en Sant Tomàs, quedaron imputados por un delito de lesiones tanto el dueño de los animales, de 74 años de edad, como por el de omisión de socorro, el amigo que los paseaba, de 56, cuando atacaron al transeúnte, de 69 años, los tres de nacionalidad española.
No ha trascendido si la investigación de aquel suceso que derivó en la doble imputación de la Guardia Civil ha sido cerrada o continúa abierta, pero parece evidente que su dueño o la persona que los paseaba no tomó las medidas preventivas necesarias para evitar que se repitiera un hecho similar como aquel.
Tras este nuevo incidente, además, del que ha tenido conocimiento la Policía Local de Es Migjorn Gran, el Ayuntamiento ha abierto expediente sancionador al dueño de los dos animales. Se trata de determinar su grado de responsabilidad en este último suceso, y una vez investigados los hechos, tomar una decisión respecto al animal que volvió a atacar el domingo, y en el menor de los casos, obligar a que su dueño lo registre como perro potencialmente peligroso.
Ese mismo animal ya había mordido a un electricista que trabajaba en la casa donde residen los dos perros el pasado mes de febrero. Como consecuencia del ataque, el hombre precisó 12 puntos de sutura en una de la herida que le provocó el animal por, al menos, los dos mordiscos que le dio. El operario tuvo que estar siete días de baja médica debido a esta lesión.
Multa al dueño, sacrificar al perro y asunto arreglado.