La ‘tarifa’ osciló entre los 5.000 y los 19.000 euros, según apuntan varios afectados por las estafas de los contadores instalados de forma ilegal en hortals de Ciutadella. Por esas cantidades, por lo menos una treintena de fincas lograron tener corriente eléctrica, desconociendo que, desde la propia oficina de una comercializadora del municipio de ponent, un empleado hacía los trámites, al parecer, con la colaboración de otras personas, algunas radicadas en Palma, para que figuraran como altas legales pese a no contar con cédula de habitabilidad.
Algunos los afectados exponían ayer para «Es Diari» el modus operandi empleado. En unos casos, el trabajador de la eléctrica se dirigía a los propietarios de hortals, en otros, vecinos de los mismos núcleos rurales se dirigían a él tras conocer, por el boca a boca, de que «había una forma legal de tener luz» pese a tratarse de fincas fuera de ordenamiento. «Le pregunté si era legal y me dijo que sí, que no tendríamos ningún problema». De hecho, «al dirigirte a la oficina a preguntar, te pasaban a un despacho para informarte de todo» y de que «había que pagar el coste de instalar el cableado y varios postes» para que la electricidad llegara a su huerto. «Todo parecía correcto».
«En nuestro caso —dice otro afectado, del Camí des Caragolí—, como ya había un poste cerca, el enganche fue sencillo y nos costó 5.000 euros», para «instalar el contador junto a la puerta y, desde ahí, poder conectar la casa», donde sus placas solares ya estaban algo anticuadas.
Un vecino del Camí de ses Rextilleres afirma que «supimos que esta persona ponía los contadores, porque había vecinos que ya tenían luz». Fue así que acudieron a la oficina en cuestión y «nos dijeron que nos costaría 14.000 euros, pero que tenía que ser sin factura». Aunque sonó extraño, aceptaron y «todo parecía correcto, recibimos facturas de la luz cada mes, durante un año».
«Otros vecinos pagaron 17.000 y hasta 19.000 euros», afirma otro, pero lo que nadie sabía era que, oficialmente, «el contador figuraba en otro huerto que sí era legal, no en el mío» o que, según informaban el lunes desde la propia Policía Nacional, hacían constar un uso agrícola cuando en realidad era residencial.
Al descubierto
Algunos se percataron de todo cuando «nos quitaron el contador y cortaron la luz; pusieron una etiqueta que indicaba que se retiraba por irregularidades detectadas». De hecho, esta retirada de equipos pilló por sorpresa a algunos, que llegaron a denunciar su robo en comisaría, desconociendo todavía el alcance de los hechos.
En la zona de Cala Morell, «dos vecinos pagaron 12.000 euros y otro 14.000», dice otro estafado que abonó también 12.000 euros. «Nuestro huerto está legalizado; yo ya había ido a otra comercializadora y me habían pedido 35.000 euros», por lo que renunciaron. Un tiempo después «al saber que la otra empresa pedía 12.000 euros, nos interesamos, nos dijeron que hacían un estudio y que nos ponían el contador, que lo mandarían a Palma para firmar el Boletín Eléctrico y que sería todo legal». Por eso «me dio la sensación de que todo era correcto, firmamos el contrato con el emblema de la empresa, en su oficina», lo cual despejaba cualquier sospecha. Pero al cabo de un tiempo «vi que empezaban a quitar contadores y a cortar la luz de otros vecinos». Entonces, también él se quedó sin electricidad.
MahonensePor el agua no había problema. Para hacer huerto, parece mentira, necesitas agua. Yo viví (1984) en un hortal en el Cami de Sant Joan de Misa y agua la que hiciera falta. ¿Electricidad? Baterias y nevera de butano. ¿Precio? de chalet.