Un tiempo atrás, la falta de efectivos ya obligó al Ayuntamiento de Ciutadella a adaptar su reglamento y reducir de ocho a seis el número mínimo de policías locales por turno. Pese a esto, en la actualidad, con tan solo 44 agentes, impide con demasiada frecuencia completar los equipos que pisan la calle, especialmente por las tardes y por la noche, algo que deriva en un «mal servicio al ciudadano y supone un peligro para la integridad física» de los propios policías.
Así lo expone desde comité de empresa Sam Arguimbau, quien recuerda que la plantilla se ha reducido de forma muy considerable, teniendo en cuenta que en 2008 estaba formada por 72 personas y se alcanzó el tope de 84 en temporada alta, con la incorporación, por entonces, de los denominados policías turísticos (figura que posteriormente desapareció en Balears).
Precariedad
Los representantes de los trabajadores estiman que faltan una veintena de policías. Hoy, para el turno de mañana hay 14 profesionales, otros 14 por la tarde y apenas 10 para cubrir las noches, para atender las 24 horas del día, los 365 días del año, libranzas, festivos, vacaciones y bajas incluidas. «Son insuficientes, harían falta unos 20 por turno», de lo contrario, no se llega a los mínimos establecidos. Y en cuanto a los operadores Cegem (Centre de Gestió d’Emergències Municipal), apenas son diez, lo que permite tener únicamente a dos por turno.
«Debemos ser tres y somos dos, y si hay una baja laboral, como ahora, nos quedamos con uno por las noches, que no da abasto, y un policía de calle tiene que dar apoyo, dejando menos agentes para cubrir los servicios que surgen».
«Por las noches, cruzamos los dedos para que no haya accidentes ni incidencias, porque no llegamos a todo», asegura Arguimbau, «muchas veces llegamos una o dos horas tarde, porque tenemos que priorizar». Y «si nos llaman por una pelea, tienen que ir por lo menos cuatro policías, porque se puede complicar», y esto afecta al resto de servicios. También «si hay un accidente de tráfico, tienen que ir por lo menos cuatro, para atender a los accidentados y para controlar el tráfico». Así las cosas, de noche, «este verano, solo dos días hemos cumplido con los seis agentes», asegura.
De más a menos
Desde 2012, con la reforma laboral y el recorte del gasto público, se impidió a las administraciones crear plazas nuevas, contextualiza Arguimbau y «el Ayuntamiento tiene una tasa de reposición máxima para todo el Consistorio», que permite apenas sustituir al personal que se va jubilando, «pero no incrementar plantilla».
En la práctica, esto hace que vaya menguando el número de efectivos e impide que se cumplan los mínimos por turno. «Por las mañanas suele cumplirse, suelen ser siete u ocho, pero por las tardes, muchas veces no, y por las noches casi nunca». De hecho, en la franja nocturna «tenemos que decir a la gente que llama que no podemos acudir».
«La situación es insostenible», más aún cuando, «desde 2008, la población de Ciutadella ha crecido» unos 2.000 habitantes, más todo el turismo, también al alza. «En verano, Ciutadella triplica su población y tiene muchas urbanizaciones», para tan solo seis agentes. «Nos convertimos en un cuerpo reactivo, no preventivo», y hay que tener en cuenta que «la Policía Local tiene competencias exclusivas de tráfico en el núcleo urbano, hace las labores de seguridad ciudadana y de control de ordenanzas municipales». Se refiere, por ejemplo, a los controles de ruidos, los vehículos mal estacionados, el control de playas, que a menudo hay que aplazar para atender cuestiones serias, accidentes, violencia de género, agresiones.
Són molts però ara estan de vacances. permisos, baixes, dies lliures, indisposats... Quan en sobren és a s'hivern, llavors es torns van plens... I es polítics que comanden ho permeten.