La segunda fiesta de Ferreries, Sant Bartomeuet, está adquiriendo una dimensión que se aleja del tono festivo más natural que tenía años atrás. Lo constata la Policía Local del municipio que el pasado lunes se vio desbordada por la concentración de incidentes en los que tuvo que intervenir en un plazo de solo ocho horas, las que transcurrieron entre el final del jaleo d’ases y las 22.30 horas cuando comienza la verbena, el último acto de la celebración.
Los 10 agentes que prestaban servicio en ese turno, dos más que el año pasado, no pudieron atender todas las demandas que recibieron durante ese espacio de tiempo, la mayoría de ellas producto del exceso de alcohol entre adolescentes, jóvenes y adultos. En esas ocho horas los policías intervinieron en 33 avisos por peleas, también tuvieron que prestar ayuda a nueve personas con coma etílico, entre ellas tres menores de edad, a los que tuvieron que custodiar hasta la llegada de sus tutores legales. También gestionaron tres traslados en ambulancia a centros hospitalarios por lesiones no graves. La relación de sucesos se culminó con dos personas detenidas.
Los arrestados fueron un hombre de 42 años, por atentado y resistencia a dos agentes a los que intentó agredir, y la otra, un hombre de 45, español como el primero, que al llegar a su casa agredió a su madre y fue detenido en pocos minutos.
La Policía de Ferreries nunca se había encontrado con una situación similar a la del pasado lunes, superados sus efectivos por todo lo que debían atender, sin que además contara con la presencia de la Guardia Civil, aunque solicitó su colaboración en la segunda de las detenciones y acudieron una pareja de guardias. «Por suerte pudimos ir a un 90 por ciento de los requerimientos sin que ningún agente resultara lesionado», indica el jefe de la Policía Local de Ferreries, Jesús Pieres.
'Macrobotellón'
Sant Bartomeuet ha derivado en un macrobotellón, en el que todo parece estar permitido, «y por culpa del alcohol vienen todos estos incidentes», observa el primer mando policial del municipio. El hecho de que no haya actos entre el final del jaleo d’ases y la verbena de la noche hace que todo se concentre en el consumo de alcohol. Ahí es donde el Ayuntamiento debería incidir para diversificar la diversión, porque el problema no radica en que haya más o menos cantidad de gente que el día de Sant Bartomeu, sino en la cantidad de alcohol que se consume, indican los agentes.
El responsable de la Policía Local aboga por buscar soluciones para impedir la deriva que está tomando la segunda jornada festiva de Ferreries, que antes tenía un carácter más festivo y familiar.
De un tiempo a esta parte la Policía se ve obligada a destinar más agentes de refuerzo a un único turno en previsión de los incidentes que se puedan producir, porque es lo que está ocurriendo en las últimas ediciones. Pieres destaca que la organización de los turnos se había hecho con 35 refuerzos de otros municipios, sin que el equipo de gobierno se opusiera al número de agentes solicitados, «el problema es que nadie se pensaba que ocurriría este desmadre, y es imposible planificar un servicio efectivo solo de agentes locales ante tal cantidad de llamadas e incidencias graves», explica el responsable del dispositivo.
colltruyol@gmail.comEs ridícul. Esta obsesionat.