Los jóvenes fallecidos por fentanilo en Menorca habían combinado la sustancia con cocaína e hipnosedantes

La consellera de Salud del Govern balear, Manuela García, ha señalado este miércoles que el consumo de fentanilo en Balears es «residual» y está vinculado casi exclusivamente al mal uso de medicamentos recetados, negando la existencia de esta sustancia en el mercado ilegal de drogas en el archipiélago.

Durante su comparecencia en la Comisión de Salud del Parlament, solicitada por el PSIB para abordar la situación de las adicciones en Menorca, García se refirió directamente a los tres fallecimientos registrados recientemente en la Isla por una supuesta reacción adversa a sustancias y que motivaron el inicio de una investigación que ha concluido que las muertes fueron consecuencia de una combinación de fentanilo con cocaína e hipnosedantes. García también confirmó que la sustancia provenía de una persona con prescipción médica, no del mercado ilegal.

«Quiero mandar un mensaje claro y basado en datos: no hay evidencia de que exista fentanilo en el mercado ilegal de drogas en Menorca ni en el resto de Baleares», afirmó García, subrayando que los casos registrados no responden a un patrón de tráfico ilegal como el que preocupa en otros países.

Además, recordó que el fentanilo se prescribe normalmente a pacientes con dolor crónico o postoperatorio, y que su consumo como droga principal es extremadamente bajo: solo cuatro personas iniciaron tratamiento en Balears en 2024 por abuso de esta sustancia.

Grupo de trabajo

García también recordó que la Conselleria creó en octubre de 2023 un grupo de trabajo específico sobre el fentanilo, en línea con el Plan Nacional sobre Drogas. Este grupo, que ya se ha reunido en cuatro ocasiones, se encarga de monitorizar posibles adulteraciones en el mercado, detectar presencias en sustancias decomisadas, y hacer seguimiento del uso en tratamientos médicos.

En su última reunión, además, se propuso ampliar el seguimiento a otras sustancias psicoactivas emergentes que puedan representar un riesgo para la salud pública.