El ambiente de fiesta ya se respira en la ciudad, que este sábado cumplió con la tradición de venerar a su patrona, la Mare de Déu de Gràcia, con la visita a la ermita y la ofrenda floral. Eran muchos los mahoneses que ya a las cinco de la tarde, hora a la que cada año se les convoca, esperaban en la Plaça de la Constitució para comenzar a caminar con la fiesta. Pero no fue hasta media hora después, aproximadamente, cuando el repique de la iglesia de Santa Maria anunciaba el inicio de la romería.
Con muchos de los participantes ataviados con trajes tradicionales menorquines, partía así una caravana, custodiada en su cabeza por la Policía Local y con el grupo Es Rebost marcando el ritmo folclórico de la fiesta al son de tradicionales canciones con el acompañamiento, como agrupación invitada para la ocasión, de Estol de Tramuntana, una formación llegada desde Port de Sóller.
Tras ellos, continuaban dando vida a la fiesta, de camino a la ermita, los Gegants de Llucmaçanes, la Banda de Música de Maó, el Grup de Cavallers de Maó, siguiendo su estela pequeños animales y carruajes.