Ya se sabe que en las fiestas de Sant Lluís cuando los caballos se retiran, estos dejan paso a las carrozas. Las protagonistas de un desfile que este año ha sido más especial al conmemorarse el 30 aniversario de los dos gigantes del municipio, Lluís y Maria, que en la tarde de ayer estuvieron acompañados por una treintena de figuras aportadas por las cuatro colles invitadas para la ocasión, llegadas desde Reus (Catalunya), Sant Llorenç des Cardassar (Mallorca), Vila-Real (Comunidad Valenciana) y Alcudia (Mallorca).
Todos ellos escoltaron a los homenajeados en el recorrido que comenzó a las 20.30 horas desde el Molí de Dalt para continuar por las calles más céntricas de la población.
El desfile contó este año con el mismo número de carrozas inscritas que el año pasado, cinco, aunque en esta ocasión se pudo disfrutar de un ambiente más festivo que en ediciones anteriores. La decoración de uno de los carruajes se centró en rendir homenaje a los gegants cumpleañeros mientras que el resto fueron de temática libre. Así, Sant Lluís desfiló con destino a la siguiente parada del programa, la verbena de la orquesta Huracán en el Pla de Sa Creu.