Un total de 25.179 aves de 68 especies diferentes pasan el invierno en las zonas húmedas de las Islas, un número similar al obtenido en los dos últimos años, según un censo realizado por el Grupo Balear de Ornitología y Defensa de la Naturaleza (GOB), SOM y la Conselleria de Medio Ambiente y Territorio del Govern.
El censo, que se enmarca dentro del 'International Waterbird Census' que coordina Wetlands International, se ha realizado sobre anátidas, garzas y limícolas, así como otras especies que viven en las zonas húmedas de Balears, como 'soterins', algunas rapaces y algunas especies de gaviotas.
Por islas, en Mallorca se han visitado 35 zonas, 18 en Menorca y 14 en las Pitiusas. Las zonas con mayor número de ejemplares han sido s'Albufera de Mallorca, con casi 8.000 ejemplares; s'Albufereta, en Pollença, con 2.019 ejemplares, y s'Albufera de Es Grau en Menorca, con 1.882. Otras zonas importantes con más de 1.000 ejemplares han sido Es Salobrar de Campos y Ses Salines de Ibiza.
Las especies más abundantes fueron el cuello verde (Anas platyrhynchos), las fochas (Fulica atra), las garcillas bueyeras (Bubulcus ibis) y los patos cuchara (Spatula clypeata).
De acuerdo con el GOB, este año han aumentado la mayor parte de especies de ánades y destaca el número de flamencos (Phoenicopterus roseus), que este año ha superado los 1.000 entre todas las islas. Por el contrario, ha descendido el Soter (Podiceps nigricollis), especialmente en Formentera, y se nota una bajada generalizada de la mayor parte de las especies de aves limícolas asociadas a zonas húmedas.
El GOB ha resaltado como especies «curiosas» hasta seis 'becplaners' (Platalea leucorodia) en Mallorca; tres cigüeñas (Ciconia ciconia) dos en Mallorca y una en Eivissa, o una 'llambritja' de pico rojo (Hydroprogne caspia) también vista en Ibiza. Asimismo, ha destacado 28 ejemplares de cerceta pardilla (Marmaronetta angustrirostris) y 15 de porrón pardo (Aythya nyroca), dos especies que se encuentran amenazadas.
Los recuentos se han realizado gracias a la participación de más de un centenar de voluntarios, con la coordinación del GOB en Mallorca, SOM en Menorca, GEN-GOB en las Pitiusas y la Conselleria de Medio Ambiente y Territorio, así como la colaboración de la Agencia de Reserva de Biosfera en Menorca.