Los jóvenes cadetes del buque escuela italiano «Amerigo Vespucci», que recaló en Maó como primera escala internacional de la campaña de adiestramiento de este año, recibieron ayer la visita del embajador de Italia en España, Riccardo Guariglia. El diplomático se dirigió a los alumnos de la Academia Naval de Livorno y destacó la presencia del buque en Menorca tras varios años de ausencia. «Es muy significativo que la nave ‘Vespucci' haya elegido España para efectuar su primera parada en el extranjero, tras el periodo más duro de la pandemia, como testimonio de la relación antigua y vital que une a nuestros dos países y como prueba de la intensidad de las relaciones italo-españolas», afirmó, «que han sido relanzadas considerablemente en los últimos meses, a raíz de la visita a Barcelona del presidente del Consejo de Ministros, Mario Draghi, el pasado 18 de junio».
Durante la jornada el embajador, que estuvo acompañado en su visita a bordo por el agregado de Defensa, el capitán de navío Simone Malvagna, rindió homenaje junto a este y a una representación de cadetes y oficiales de la nave «Vespucci» a los 26 caídos del acorazado «Roma». Un mausoleo en el cementerio de Maó recuerda a las víctimas de la unidad de la marina italiana hundida por la aviación nazi el 9 de septiembre de 1943 y frente a sus tumbas el embajador, junto con la tripulación del buque escuela que comanda el capitán de navío Gianfranco Bacchi, depositaron una corona de flores.
Cementerio de Maó. El agregado de Defensa, el capitán de navío Simone Malvagna, y el embajador de Italia, Riccardo Guariglia, depositaron una corona en el panteón de las víctimas del ‘Roma' en el cementerio de Maó. La tripulación del buque escuela Amerigo Vespucci honró la memoria de las víctimas del acorazado hundido por los nazis.
El buque escuela de la Marina italiana en el puerto de Maó. Foto: M. BARRO
La tripulación saluda al embajador Riccardo Guariglia a bordo del buque.