El artista Antoni Vila Declòs (Barcelona, 1959) lleva algo más de medio siglo de relación con Menorca, una tierra que acostumbraba a visitar con frecuencia y en la que hace dos años ha fijado su residencia. Fecha que prácticamente coincide en el tiempo con la finalización junto a su padre, Joan Vila-Grau, de una obra tan magna como las vidrieras de la Sagrada Familia.
Un proyecto en el que durante 20 años asistió como técnico a su progenitor y que supuso un paso más en una trayectoria, iniciada en 1980 con el estudio de la realización de vidrieras contemporáneas y dirigiendo restauraciones. Una faceta artística con la que Antoni Vila continúa ahora desde el pequeño taller que ha montado en Es Mercadal, Nou47 Atelier.
«Siempre he estado relacionado con el mundo de las vidrieras desde un punto de vista más teórico, el del estudio y la dirección de las restauraciones, pero con el horno que tengo enMenorca he empezado a trabajarlas como tal», reconoce el experto, que desde hace décadas está sumergido en un estudio sobre las vidrieras góticas de Catalunya, investigación que se ha traducido hasta la fecha en la publicación de cinco libros.
«Con el paso del tiempo vas acumulando experiencias», confiesa Vila, licenciado en Artes y Oficios y formado también en Diseño. Unos conocimientos que ahora quiere compartir con el público, algo que hará a través de la exposición que inaugurará el próximo domingo en Ca n'Àngel, en Es Mercadal, y que se podrá visitar hasta el 15 de agosto.
El artista, especializado en la historia de la vidriera catalana, ha preparado un variado montaje expositivo para dar a conocer su obra. Se podrán contemplar en el espacio cultural de Es Mercadal vidrieras físicamente, pero también imágenes de otras en las que ha participado así como proyectos diseñados que no llegaron a ejecutarse.
Estamos hablando de un creador que ha logrado dejar huella en Menorca con piezas como el rosetón delsantuario de la Mare de Déu del Toro y que también asistió a su padre en la confección de las vidrieras azules de la Catedral de Menorca. En la muestra se hará eco de otros proyectos pensados para la Isla pero que finalmente no llegaron a buen puerto, como el rosetón ideado para la zona de levante de la iglesia de Santa María de Maó y otro diseño para la Iglesia de Santa María de Ferreries.
Vila, que pertenece a una saga familiar de artistas dedicada al mundo de la pintura, disciplina con la que él también trabaja, contaba ya con la carta de artesano en Catalunya desde 1987, una distinción que ha renovado ahora en su versión menorquina.