El «Cant de la Sibil·la» se ha convertido en los últimos tiempos en uno de los elementos más característicos de la Navidad en la Isla. A partir de su promoción como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, han sido muchos los lugares en los que se ha recuperado sus variantes, siendo la menorquina una de ellas.
El canto, que habla sobre la profecía del fin del mundo y que toma como base un manuscrito del siglo XVIII, sonó ayer por primera vez esta Navidad en la parroquia de la Santa Maria de Maó. Un acto que contó con la soprano local Maria Camps en el papel principal, acompañada para la ocasión por las voces de la Capella Davídica, Tomé Olives al órgano y el trompetista Vicent García.
Todos ellos menos este último repetirán el recital esta tarde en la Catedral (19 horas) y después en la parroquia de Santa Eulàlia de Alaior (20.30), en este caso con Camps únicamente acompañada por el organista Antoni Pons.