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Las torres de defensa, en el punto de mira de Revel’art

El club fotográfico exhibe en la biblioteca de Es Castell una muestra de las construcciones costeras

La Torre de Fornells al atardecer retratada por Juanjo Zarabozo.

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En el club fotográfico Revel’art acostumbran a ser muy democráticos. Cuando toca hacer una exposición -suelen programar al menos un par al año- siempre lo someten a votación. Después de que la primera de 2022 fuera de temática libre por problemas de tiempo, para la segunda quisieron que girara en torno a un concepto concreto. Tras el recuento de los votos, las torres de defensa se convirtieron en las ganadoras.

Así, esas emblemáticas construcciones de la costa menorquina, con tanta historia tras ellas, son las grandes protagonistas de la muestra que actualmente, y hasta el 18 de noviembre, acoge la Biblioteca de Es Castell. En total, una veintena de fotografías cuelgan de sus paredes, una colección que esperan poder ampliar para la segunda etapa de la exposición, que visitará el Claustre del Carme de Maó del 22 de diciembre hasta el 20 de enero.

Torre de la Princesa, en La Mola, fotografiada por Sito Villalonga.

No están todas las torres de defensa de la Isla, pero casi. En ese sentido, Juan Cordero, el actual presidente de la entidad cultural, reconoce que hay algunas que son complicadas de retratar al estar en lugares de difícil acceso, como por ejemplo la de la isla de Fornells. Explica Cordero que el resultado de esta muestra forma parte también de uno de esos retos que se proponen dentro de la asociación, que aprovechó una de sus habituales salidas mensuales para recopilar en Sanitja material nuevo con el que engrosar el archivo de torres defensivas.

Los miembros del grupo fotográfico en una de sus recientes salidas.

Unas construcciones arquitectónicas que consideran «muy fotogénicas». Y es que tal y como apunta el presidente «no se trata solo de la torre en sí, sino del entorno y la ubicación. El paisaje costero que las rodea es una maravilla», asegura.

Tras cumplir el pasado año sus primeros diez años de historia, en Revel’art miran al futuro con ilusión. La entidad cuenta actualmente con una treintena de socios, una familia para la que los encuentros semanales es uno de los elementos clave de su proyecto. «Todo ello siempre envuelto en un ambiente sano y lleno de ilusión, en el que todos aprendemos unos de los otros», apunta Cordero, que el pasado verano se puso al frente de la entidad tomando el relevo de Raúl Sintes.

Con las reuniones como piedra angular y las salidas de campo como elemento de disfrute, la entidad sigue avanzando en su propósito fundacional, que no es otro que el de fomentar el arte y la cultura a través del objetivo de sus cámaras. Un proyecto para el que desde no hace mucho cuentan con una nueva sede, en el edificio municipal del Carrer de Agamenon, donde han perdido algo de espacio respecto a su anterior centro de trabajo, pero han dado «un gran salto en lo que se refiere a las prestaciones», concluye Cordero.

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