Asesorados por Klaus Alexander Griebel, responsable del consulado alemán en Menorca, dos miembros de un equipo de la cadena de televisión privada RTL de este país viajaron esta semana hasta aquí para conocerla de la mano de algunos de sus habitantes de origen germánico.
El equipo que conforma la reportera Eva Rullman tenía intención de desplazarse a la Isla en julio o agosto, y fue el propio responsable del consulado quien les disuadió de esta idea, con la intención de que conocieran una Menorca auténtica y tranquila, lejos del ajetreo propio de los meses más fuertes de la temporada turística. Sin pensárselo, por lo visto, dos veces, el lunes desembarcaron, con una agenda repleta de actividades que les iba a permitir adentrarse en la realidad insular, con este aliciente de que fueran alemanes residentes en la Isla quienes hablaran de ella y contribuyeran a su imagen.
En Menorca hay una comunidad alemana de más de 500 personas. Según datos de abril, son 330 habitantes de nacionalidad alemana los que constan registrados, y entre estos, algunos han configurado su vida profesional aquí. Las personas elegidas para el programa de la RTL fueron, junto al propio cónsul honorario, Klaus Alexander Griebel, afincado en la Isla desde hace más de 30 años; Anja Sánchez-Rodrigo Wickers, CEO y fundadora de Boutique Hotel Ses Bruixes de Maó; Helmut Heitzmann y familia, de la empresa Som Sis, Binidalí Beach Bar, y Ute Dahl, directora de la escuela de danza que lleva su nombre. Testimonios, todos ellos, para hablar en alemán y en primera persona de la vida menorquina. El documento audiovisual tuvo el complemento de un tour exprés por algunos rincones o paradigmas urbanos y paisajísticos de la Isla; lo es el hotel de interior que gestiona Anja Sánchez-Rodrigo Wickers, en la calle San Fernando de Maó, donde se alojaron los miembros de este equipo de televisión; así como el Teatre Principal, cuya visita, facilitada por representantes institucionales, les permitió conocer el teatro de ópera más antiguo de España. El recorrido por el levante insular les llevó también a visitar el puerto, con el que, al parecer, quedaron fascinados. Y Es Grau, Binibèquer, Punta Prima y Binidalí; con una pincelada del azul del mar. Suficiente, no obstante, para conquistar a este equipo alemán, que en su historia de Instagram puso una fotografía con todo el encanto de la costa menorquina. Su asombro mayor, explican los acompañantes insulares, fue que el paisaje estuviera tan conservado. Así que del campo menorquín se llevan el verde, que les impactó desde imágenes captadas por un dron.
Por otro lado, el recorrido junto a estos embajadores, nunca mejor dicho, de la Isla, les acercó también a nuestra gastronomía, con visita a los viveros de langosta de Fornells. Y junto a la caldereta que vieron comer en el restaurante Es Cranc, conocieron, entre otras cosas, la historia que explica el origen de la mahonesa.
La experiencia da para un reportaje que ha de alejarse, por tanto, del modelo de turismo de sol y playa, y para sorpresa incluso del equipo reportero. El responsable del consulado alemán les puso al día de la evolución del patrón turístico de la Isla, y donde cobra valor, junto al paisaje y las playas de mar azul, una realidad sociocultural de Menorca que permite poner el foco en múltiples atractivos. En este sentido, Griebel les habló del esfuerzo conjunto desde diferentes ámbitos para la promoción de la verdadera identidad de la Isla.
Si hablamos de turismo, lejos han quedado las cifras de 140.000 alemanes que 20 años atrás aterrizaban en la Isla con el «todo incluido» de los hoteles. El año pasado fueron 28.000 quienes se desplazaron desde este país para pasar sus vacaciones en Menorca. Una cifra pequeña, sobre todo, si la comparamos con la cantidad de alemanes que llegan a Mallorca cada día los meses fuertes de la temporada. La realidad de pocos vuelos y caros, con el abandono del trayecto desde capitales germanas a Menorca por parte de algunas compañías y turoperadores, y como consecuencia de la crisis de principios de siglo, complica que las 100.000 plazas turísticas disponibles aquí no puedan ser ocupadas por alemanes más allá de como quinto país emisor de turismo en la Isla, explicó el cónsul honorario.
El miércoles por la noche, el equipo de la RTL puso fin a su visita, pero dejando pendiente para otra ocasión, y tras una pequeña incursión por la costa sur de Ciutadella, la zona de poniente. El programa se emitirá, al parecer, en tres semanas.