El paisaje de las playas vírgenes de la costa sur de Menorca no tiene precio, pero a veces se disputa el protagonismo con otras creaciones humanas que sí lo tienen. Es lo que sucedía este lunes en el arenal de Son Saura, donde muchos bañistas no podía apartar la vista de un imponente megayate de 92 metros de eslora que estaba fondeado a pocos metros de la costa. Se trata del «Lady Lara», una joya de la navegación de recreo propiedad de un multimillonario de Kazajistán.
Dedicado a la explotación de recursos mineros tras la disolución de la URSS, Alexander Machkevith encargó la construcción de este épico yate a los astilleros alemanes Lürssen Yachts en el año 2015. Su precio entonces se valoró en 200 millones de euros. Desde entonces se le ha visto navegar cada verano por aguas del Mediterráneo, con especial predilección por Eivissa, si bien en esta ocasión ha incluido a Menorca en su ruta. Este martes ya había tomado rumbo a la costa francesa.
El «Lady Lara», bautizado quizá en honor al nombre de la esposa de su propietario, Larissa, forma parte del ranking de los mayores yates privados del mundo y su diseño ha sido reconocido de forma unánime en el segmento de la náutica de lujo. Cuenta con suites para 18 pasajeros y una tripulación de 40 profesionales a bordo para asegurarles una experiencia única.