El árbol de Navidad que preside este año la entrada del Centro Penitenciario Menorca tiene una historia muy especial. Es obra de los propios internos, en concreto de los diez que participan cada semana en un curso de acuarela impartido por la pintora Magdalena Triay en colaboración con la escuela de adultos Joan Mir i Mir.
Desde hace años, ambos centros colaboran en la consolidación de un proyecto educativo para facilitar el acceso de los internos a la educación formal en todos sus niveles. Las clases de acuarela han sido una novedad de este año y en ellas los inscritos tienen la posibilidad de mostrar su capacidad creativa con los pinceles a la vez que decoran el recinto penitenciario.
Esta Navidad, el árbol que decora la prisión menorquina es obra de estos alumnos junto a la profesora Magdalena Triay. Además, tiene la particularidad de que ha sido elaborado con redes de pesca y otros materiales reciclados cedidos por el proyecto Pescart de Menorca Preservation, mientras que la decoración se ha hecho con postales pintadas a mano con la técnica aprendida.