Una colaboración entre la Asociación de Educación de Adultos de Menorca, con sede en Maó, y el Centro Penitenciario de la carretera de Sant Lluís ha permitido que durante cuatro meses un grupo de reclusos haya realizado un taller de acuarelas, con un notable éxito de participación. El taller se prolongó hasta hace unos pocos días.
Los trabajos finales de los internos plasmados en diferentes pinturas sobre papel sirven ahora para decorar las paredes del Departamento Sociocultural de la prisión menorquina, que lucen más coloreadas a la vista de todos, y para satisfacción de sus creadores.
En la prisión menorquina, además, se desarrollan diferentes programas terapéuticos que evitan la entrada en prisión de muchos menorquines que han cometido delitos leves. Se trata de programas como el Priama, para esta clase de delitos relacionados con violencia de género, impartido por profesionales de la cárcel. Otro es el programa de tratamiento, Taseval, que se emplea para los condenados por delitos leves de la seguridad vial.
Estos programas corren a cargo del centro penitenciario en un aulario externo, y suponen que el condenado no entre en la cárcel cuando el juez decide suspender la pena, sustituyéndola por trabajos en beneficio de la comunidad o programas de tratamiento.