Una nube de fuegos artificiales, color, lentejuelas, purpurina, música y fiesta ha invadido estos días Madrid. El motivo: la capital ha recibido en una doble cita de conciertos en el renovado estadio Santiago Bernabéu a la cantante y compositora estadounidense Taylor Swfit, que ante un público de alrededor de 130.000 personas se ha entregado en cuerpo y alma trece años después de su última visita a España.
«Ha sido increíble, me costaba procesarlo hasta que la vi sobre el escenario», relata la menorquina Iria Pons Mascaró, una de las ‘swifties' que ha tenido la oportunidad única de acercarse a la extensa discografía de la cantante con «The Eras Tour», la gira más importante de Taylor Swift en la que la artista estadounidense recorre sus 18 años de carrera.
Iria, estudiante de Pedagogia en Barcelona, fue una de las más de 63.000 personas que llenaron el pasado miércoles el templo blanco en el primer de los dos conciertos de Taylor Swift en Madrid. Empezó, como estaba previsto, a las ocho de la tarde y terminó a las once y media de la noche, tres horas y media de fiesta en las que la fiebre ‘swiftie' dejó claro por qué la cantante y compositora estadounidense ha pasado de ser una promesa del country a un fenómeno mundial.
El furor por la gira europea de la artista ha sido masivo y ha motivado viajes como el que ha hecho esta menorquina, que se ha desplazado de Barcelona a la capital para ver, en vivo y en directo, a Taylor Swift junto a una amiga. Cogieron el autobús en Barcelona el mismo miércoles por la mañana en dirección al estadio Santiago Bernabéu, donde volvieron a subirse al vehículo de madrugada, una vez finalizado el concierto, para regresar a la ciudad condal, explica Iria en relación con el viaje exprés que ha hecho para vivir una noche inolvidable.
Sello inconfundible
«Nunca había estado en un concierto de esta magnitud», reconoce la menorquina. No solo por la inmensidad del estadio y la cantidad de gente que llegó a reunirse, sino también por la concentración en un mismo lugar de las distintas modas que se han creado alrededor de la intérprete estadounidense. A modo de ejemplo, los outfits pensados con base en los distintos álbumes de Taylor Swift y las pulseras de la amistad hechas con bolitas de plástico que llevan el nombre de la artista o el título de alguna de sus canciones que se intercambiaron los fans.
El show, que volvió a repetirse este jueves en el Santiago Bernabéu, dejó momentos «icónicos» como el que recuerda Iria: «Durante la interpretación de «We Are Never Ever Getting Back Together» la cantante suele dejar que uno de sus bailarines diga «Like Ever» en el idioma del país que visita y esta vez, respondiendo a una petición que hicimos los fans a través de las rede sociales, soltó un «Ni de coña»». Un guiño de Taylor Swift al público español que no ha dejado indiferente a nadie.