La comunidad Salesiana ha celebrado durante los últimos días diferentes actos dedicados a la festividad de Sant Joan Bosco. Un programa en el que se incluyó la fiesta anual de la Unió d’Antics Alumnes, que vivió ayer uno de sus días grandes después de haber celebrado el día anterior su asamblea general de socios. El domingo se reunieron para asistir en el Santuario a la eucaristía, que ofició el obispo de Menorca, Gerard Villalonga.
Posteriormente, la comunidad se desplazó al Hotel Sagitario, donde disfrutaron de la tradicional comida de hermandad. Una cita que se aprovechó para rendir homenajea los cuatro directores de la comunidad Salesiana en Ciutadella que quedan con vida y que se desplazaron hasta la Isla para la ocasión: Isidre Serdà, Miquel Carabias, Narcís Frigola y Miquel Armengol. Todos ellos recibieron un cuadro como obsequio. Cabe señalar que durante el encuentro también hubo unas palabras de reconocimiento para otro director vivo, Silvino Berruete, que no pudo viajar a Ciutadella al encontrarse en una residencia.
Cerca de 200 personas asistieron a la comida, entre ellas el presidente del Consell, Adolfo Vilafranca, y el alcalde de Ciutadella, Llorenç Ferrer, además del obispo, y el delegado de pastoral de la Inspectoría, Jordi Lleixà.
El presidente de los antiguos alumnos, José Luis Faner, se encargó de ofrecer un discurso, en el que hizo hincapié en la necesidad de «hacer familia» dentro de una comunidad que está viviendo un año muy especial con motivo de su 125 aniversario.