A juicio de Antonio Román Salord, profesor de refrigeración en el IES Josep Maria Quadrado, el mundo laboral tenía que estar estructurado como una pirámide, pero la realidad es que «tiene forma de reloj de arena», y justo en el medio, «la parte que debería ocupar la Formación Profesional, está vacía», lamenta. Una situación que están tratando de revertir y que se apoya en programas como Balear Skills, competición que este miércoles dio por finalizada todas las pruebas en el Archipiélago en la Sala Multifuncional de Ciutadella con la vista puesta en Mallorca, donde este viernes se harán públicos los nombres de los ganadores en las 21 categorías a concurso.
Los concursantes dispusieron de siete horas para afrontar el reto
La Isla ha acogido este año las finales de fontanería y calefacción, instalaciones eléctricas y refrigeración y aire acondicionado, especialidades que han sido coordinadas por tres institutos, el Quadrado y el Pasqual Calbó junto al centro Pau Casesnoves de Inca. Cerca de una veintena de estudiantes de todo el Archipiélago se han centrado durante las dos últimas jornadas en Ciutadella en afrontar el reto profesional de un concurso autonómico en el que se pude seguir escalando hasta la fase internacional.
Una competición, explica Román, en la que todo es positivo para los jóvenes, empezando precisamente por «la motivación» que supone. Pero el profesor mira más allá, ya que el Balear Skills pretende colocar un ciclo formativo como la FP en el lugar que se merece. «Ahora todo el mundo quiere ser universitario y estamos saturando el mercado por la parte de arriba y abandonando lo que es el trabajo del día a día», reflexiona el docente.
Las estudiantes de textil participaron en la cita fuera de competición
La realidad, y no solo en Menorca, es que hoy día cuesta encontrar con la celeridad que se precisa algunos servicios, como por ejemplo el de fontanería. Que faltan profesionales es un hecho fácil de constatar. «En los centros generalmente nos encontramos con el problema de que no tenemos suficientes alumnos para cubrir los puestos que nos piden las empresas», reconoce el profesor de refrigeración.
Puede ser un problema de vocación, pero en ningún caso de que sean sectores mal pagados, ya que como los propios profesores reconocen es fácil que un estudiante al terminar sus estudios cobre en poco tiempo más que ellos.
Otro de las cosas positivas de programas como el Balears Skills, añade Toni Rotger, profesor del Pau Casesnoves, es que los participantes realizan unas prácticas que se asemejan mucho a los trabajos que pueden realizar en la vida real. «Se puede comprobar que los jóvenes están muy motivados, y yo creo que la mayoría van a conseguir acabar los trabajos en el tiempo establecido», vaticinaba.
Tanto Rotger como Román hacen gala del buen nivel que tienen los estudiantes de Balears, como demuestran los buenos resultados que se han conseguido en las últimas ediciones de la competición. En el caso de Menorca, cabe recordar que Llopis Linshöft, alumno del IES Pasqual Calbó i Caldés, se alzó en 2022 con el Spain Skills en la modalidad de electricidad.
La recompensa al trabajo bien hecho durante un largo proceso en el que los estudiantes se ven obligados a realizar pruebas prácticas basadas en estándares profesionales, y en las que no solo se tiene en cuenta el resultado final, sino también el proceso. Sin embargo, más allá del éxito final, estar en el Balears Skills ya supone un buen escaparate y una puerta al futuro mundo laboral.
La Sala Multifuncional acogió este miércoles además una jornada de puertas abiertas para mostrar a los estudiantes las posibilidades de la Formación Profesional, una cita que contó con alumnos (fuera de competición) de uno de los últimos ciclos que ha llegado al Quadrado, el de textil.