La festividad litúrgica de María Auxiliadora se vivió durante este fin de semana en Ciutadella con una numerosa asistencia y participación en las actividades organizadas por la comunidad de padres salesianos y la Unión de Antiguos Alumnos, evidenciando la intensa vinculación emocional y espiritual de los ciutadellencs con su patrona.
Los actos contaron con la participación del cardenal arzobispo de Rabat, el salesiano Cristóbal López Romero, quien recordó sus visitas a Calós cuando ejerció como inspector de los colegios de la zona norte de España, y destacó la «plena relación emocional y espiritual de Ciutadella con María Auxiliadora, junto con su compromiso con la Obra de Don Bosco».
Aludió al «impulso promotor del padre Federico Pareja al sembrar la semilla que ha fructificado en estos 125 años de los salesianos en Ciutadella, con trabajo realizado y excelentes resultados obtenidos en los ámbitos docente, cultural, social, económico y deportivo, y la formación en los valores salesianos de un gran número de ciudadanos ciutadellencs».
«La Obra de Don Bosco -dijo- es un servicio a la juventud, especialmente la más pobre y desprotegida. Esta obra es de una actualidad extraordinaria y hoy está más vigente que nunca. Su finalidad consiste en ayudar a cada joven a descubrir que Dios le ama, lo que despierta en él un dinamismo y una energía capaz de sacar de su interior lo mejor de sí mismo. Es así como los salesianos intentamos acompañar al joven para que sea un honrado ciudadano y un buen cristiano».
La celebración dio comienzo en la tarde del sábado, en Calós, con la eucaristía en el Santuario de María Auxiliadora, donde, después de la misa festiva y bajo la dirección de Katia Moll Barceló, actuó la Capella Davídica, ofreciendo un concierto en el que puso de manifiesto su calidad interpretativa.
El berenar de germanor en el patio Don Bosco abrió las actividades de ayer domingo, que continuaron durante la tarde con la misa concelebrada por el obispo de Menorca, Gerard Villalonga, y el cardenal arzobispo López Romero. El pastor de la Diócesis afirmó que «Ciutadella no sería lo que es sin la Obra Salesiana».
También participó en esta celebración eucarística el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, muy vinculado a Calós y que estos últimos días ha residido en Ciutadella.
Después empezó la fiesta exterior con la procesión, presidida por la imagen de María Auxiliadora, acompañada por el obispo Villalonga y el cardenal Cristóbal López, clero diocesano y un gran número de participantes, que recorrió el centro urbano de la ciudad.
Con la mirada puesta en las próximas fiestas de Sant Joan, la fiesta de María Auxiliadora se cerró, frente al local social de la Unión de Antiguos Alumnos Salesianos, con el concierto que interpretó el grupo Coverland, con las vibrantes notas del Jaleo.
De vergonya s'actitud de s'alcalde aparcant on no es podia per anar a berenar a Calós tal dia com ahir, segons es "sorprende".