El cumplimiento del Plan Director de Seguridad de las fiestas de Sant Joan, en cuanto al número de efectivos se refiere, no garantiza que no se vayan a producir incidentes de importancia, pero, con toda seguridad, existen muchas más posibilidades de que estos puedan evitarse. 370 agentes, entre policías nacionales y locales, además de guardias civiles en entradas y salidas del municipio son un aval para la tranquilidad.
La constatación de este hecho se viene reflejando en los últimos años a medida que han ido aumentando las dotaciones de los cuerpos policiales, Guardia Civil, Protección Civil, Samu 061 o Creu Roja, entre otras. Este primer día no ha sido una excepción y el dispositivo de seguridad arrojó un balance de lo más positivo en líneas generales. Al cierre de esta edición, una vez facilitados los datos de incidencias en el masivo lanzamiento de avellanas, habían sido 49 las personas que precisaron asistencia y, entre ellas, solo cinco traslados al centro médico del Canal Salat y uno al Hospital Mateu Orfila. Este último correspondió a una mujer española de 59 años que sufrió un traumatismo craneoencefálico debido a un corte en la cabeza cuando se encontraba junto a la Catedral. Este martes ha recibido el alta.
Las más de 500 personas que se distribuyen en los diferentes actos principales de la fiesta cuidaron de su buen desarrollo. En el Primer Toc, con 260 personas atentas a cualquier anomalía en el carrer Major des Born, solo se contabilizaron 11 personas atendidas por los sanitarios, la mayoría por lipotimias debido a la aglomeración y las altas temperaturas. No fue necesario ningún traslado.
En este primer gran acto no hubo que cerrar los filtros de acceso a las alrededor de 6.000 personas que allí se concentraron. Si lo fue en el Caragol des Born, a las 18.05, debido a que ya se habían reunido en la plaza 27.540 personas. Solo 16 minutos después volvió a permitirse la entrada a la plaza.
En Es Born tuvieron que ser atendidas 34 personas, la mayoría por lipotimias o heridas leves en el hospital de campaña de Creu Roja, en el CEIP Joan Benejam. Ese dispositivo y el del 061 ejercieron de filtro adecuado para los indispuestos, lo que permitió que solo cuatro de ellos tuvieran que ser evacuados para ser examinados de sus dolencias, evitando cualquier colapso en el centro médico de Ciutadella. Por último, en ses avellanes, cuatro personas fueron atendidas, dos de ellas con traslado al Canal Salat por posibles fracturas.
Avellanes, con control policial
El visible despliegue de los efectivos de la Policía Nacional, especialmente los de la Unidad de Prevención y Reacción desplazados a Menorca con motivo de las fiestas ejerció un efecto más disuasorio entre los jóvenes y adolescentes que dieron rienda suelta a su entusiasmo durante el acto de ses avellanes. No hubo apenas incidentes y se advirtió un menor bullicio que otros años en una parte de la fiesta en la que concurren muchos mallorquines llegados a Sant Joan. Entre las decenas de agentes de la Policía Local y la Nacional, el Camí de Maó y la Contramurada estuvieron constantemente vigilados hasta que acabó este acto sin que el desmadre habitual generara problemas de seguridad.
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