Llegó a Dubai como joven que buscaba abrirse nuevos caminos en el sector del turismo y lo logró, liderando la campaña creativa de restaurantes de renombre internacional, como los de los cocineros Paco Morales y Dabiz Muñoz.
Maria Ollero Sunyer (Es Mercadal, 1987), licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas y diplomada en Turismo, lleva en la ciudad emiratí once años. Se especializó en crear marcas y en la apertura de establecimientos –su última campaña fue la de StreetXO en Dubai, con el afamado chef madrileño Dabiz Muñoz–, pero un problema de salud le llevó a cambiar su vida.
Pasó del estrés constante del mundo de la hostelería al más alto nivel a interesarse por las terapias holísticas y la curación de los caballos (también a través de ellos), primero para superar el daño cerebral que ella misma sufrió –tardó varios meses en recuperarse–, y luego, para ayudar a otras personas a lograr el bienestar con los equinos.
Ha creado su propia empresa, Collective Coaching, organiza retiros internacionales sobre equinoterapia holística, es consultora certificada NCS (NeuroChangeSolutions) del equipo del Dr Joe Dispenza, el escritor y conferenciante estadounidense, y se confiesa feliz.
Tras el serio aviso que le dio su cuerpo, Maria se dio cuenta de que «llevaba una vida de muchísimo trabajo y estrés y había dejado toda la conexión con la naturaleza, la energía, la esencia de lo que es un ser vivo y me introduje en el sector del bienestar y de las terapias holísticas».
La joven explicó su experiencia en las «Tertúlies d’Estiu» de su localidad. Los últimos cinco años de trabajo como directora de marketing los compaginó con sus otras inquietudes, hasta que en junio de 2024 el coaching y la terapia con caballos se convirtieron en su primera y única ocupación.
Para Maria es difícil explicar cómo dio el paso. «Tuve una visión (ríe), sí, se puede decir que fue una visión, de que tenía que trabajar con caballos, y una cosa llevó a la otra, quería trabajar las energías curativas con ellos», explica. Su relación con los equinos era básica, aunque «toda la vida había estado muy conectada a los caballos, son los animales que más me gustan, había montado alguna vez y hecho volteo». De intentar curar los traumas de los animales, muchos de ellos también bajo el estrés de las competiciones ecuestres, pasó a convertirse en terapeuta equina y a trabajar también con personas.
Ahora mismo su empresa tiene clientes corporativos, grandes empresas interesadas en el liderazgo con caballos; grupos de personas que han pasado por experiencias traumáticas como en guerras o durante la pandemia; afectados por problemas emocionales y de salud mental (bloqueos, traumas, depresión, ansiedad entre otros); personas que atraviesan un duelo o sufren por una discapacidad.
Pese a su dura recuperación personal, Maria está «agradecida» al susto de salud que atravesó «porque eso me llevó al cambio, a vivir más alineada con lo que me hace feliz».
Antonio PonsQué te han hecho esta pobres e indefensas cabras, no entiendo tú postura y esa animadversión *animalera*