Arrels, la feria menorquina del sabor y el producto local, despidió el domingo su octava edición a la espera de que sus organizadores hagan el balance oficial. Aunque todo apunta a que la propuesta de este año, con acceso gratuito como una de las grandes novedades, ha sido bien recibida por el público.
42 expositores han participado en la que sin duda ha sido la edición más variada en la historia de la feria, a la que este año se ha sumado el sector del mar con la participación de la Cofradía de Pescadores de Ciutadella. Cabe destacar también que este año han participado todas las bodegas de la Isla.
El evento, concebido como un punto de encuentro entre productores, restauradores y el público en general, sigue creciendo también en actividades. Una propuesta que va más allá de lo gastronómico, con degustaciones y muestras de cocina, con un programa en el que han jugado este año un papel importante actividades complementarias, como las musicales o las de entretenimiento para el público familiar.