Con el permiso de Carmen y Tere, dos tercios de este espacio, hoy me lo adjudico de forma personal –por el artículo 29- porque quiero comentar la columna que mi amigo Miguel J. Urbano, compañero en este panel de blogs del Menorca.info, escribió en la página 2 de diario "Menorca", día 12 de septiembre, sección 'Adiós a las armas' bajo el título "Ella contaba los días'.
Miquel suele mirarte de forma clara a los ojos y con su sonrisa simétrica que a menudo acompaña con media carcajada, te dice lo que hay. Para el 'cap de redacció esportiva' el agua es con gas o sin él, pero difícilmente el líquido elemento solo contiene un poquito de 02. Esta forma de actuar es un arma arrojadiza, peligrosa por cierto, para aquellos que exigimos de los demás y más tarde las historias personales, las del día a día, nos pega un bofetón con un 'y ahora, ¿qué?, que nos deja con los CKlein estampados al descubierto.
Tu crónica de la marcha de Helena refleja un cúmulo de sentimientos que solo un profesional de la palabra sabe encontrar para trasmitir emociones. Alguien tenía que decirlo y, como yo, un montón de padres –de las madres hablaremos otro día- hemos creado virtualmente 'Padres que lloramos el adiós de nuestras hijas punto com barra por motivos de estudios'. El nombre propio cambia, como el destino, la carrera, Helena en barco y Silvia en avión, aferrado en lágrimas con tu hija y yo con Eric, su madre firme y Àngels marchaba con ella por razones laborales… Así pues, levantad la mano todos aquellos que pertenecen a 'Padres que lloramos…' Jolines, incluso son más de los que yo pensaba… en fin, bajad la mano y tú también, Miquel, relájate.
Aunque es algo que deberás experimentar por ti mismo, déjame que anticipe una buena y una mala noticia. La buena es que tu hija ha dejado de ser una niña y quien afronta esta nueva vida es una mujer llamada Helena. En un par de días te llamará y te contará que ha realizado unas gestiones que tú te asombrarás de su capacidad innata de andar por el mundo. Te volverá a llamar para hablarte de la 'uni', de los profesores, de las asignaturas, de l@s amig@, del piso o la pensión, y seguro que un día te llamará con un disgusto enorme y lágrimas en estéreo a modo del Apocalipsis ha llegado, porque un maestro le ha cogido manía, la compañera de pupitre tal, y en el piso ha sucedido cual cosa. Tampoco te sorprendas en exceso si llamas tú un par de veces consecutivas y no aciertas el momento. También es normal, como lo será cuando pasen varios días que luego son semanas y que cuando te quedas colgado escribiendo la crónica de la jornada con la punta de la nariz rozando la pantalla y pensando en qué diablos estará haciendo, caes en la cuenta de que han pasado ¿seis, siete… ocho? meses de su inversión de futuro. Despegas la punta de la nariz de la pantalla del pc, te diriges al cuarto de baño y, como los hombres no lloran (en público), vas en la intimidad del cuarto de baño y te caen dos lagrimones que luego te incomodan al salir y mirarte en el espejo porque las dudas que te provoca esa reacción no encuentran una respuesta sencilla y normal, como suele sucederte. Tranquilo, Miquel, tranquilo. Te preguntarán qué te pasa en los ojos, que los tienes rojizos, fruto de los recientes nubarrones. Despáchalos con un elocuente e imprevisible 'me he resfriado'.
En resumen, que ha pasado un año y aquella niña que marchó y que has visto en Navidad, Semana Santa y poco más, te ha dejado gratamente sorprendido porque ya no es niña, es mujer y como tal, responsable de sus decisiones de sus actos… de su vida… de los amigos, amigos con derecho a roce, acompañantes de estancias puntuales en Menorca… lo siento, ahí no tengo experiencia. Resumiendo, que la noticia buena es que tu hija es una mujer de armas tomar, prototipo de las del siglo XXI, que no tienes nada que temer y en tu contra solo va eso, que serás un año más viejo.
No quería llegar a este punto pero no me queda otro remedio. Primero porque no deseo cambiar el titular y en segundo término porque si miento, que un mal rayo me parta si… si miento: Ahora tienes fresca la despedida de Helena y en cierta manera ha sido sentimentalmente doloroso… has llorado… en fin…solo quiero advertirte de que más duro que la primera despedida es… ¡¡¡ LA SEGUNDA DESPEDIDA ¡¡¡ Miquel, empieza a entrenarte para ello, solo tienes 365 días por delante.
Tu amigo que te entiende
Fdo. Rafa AYALA, Padres que lloramos el adiós de…