Los ecos de parabienes navideños acompañados de la palmadita en la espalda en clave de mejores augurios y designios para este imberbe 2013 recién nacido, modifican de forma lamentable ese recurrente pan bajo el brazo que traen los niños desde su embrionario París, por una luctuosa noticia que no por esperada ha sido menos dolorosa. Acostumbrado a llamar la atención por su festivo rol anual, esta vez el guión lo ha adaptado a esa imagen de hombre bien parecido, antagónico a fomentar aquello de la arruga es bella, parecía sacado de una película de los cincuenta, asumiendo protagonismo pero sin soberbia, con orgullo pero dejando el ego aparcado… Se fue Carlos a sus 77 años y lo hizo con serenidad, con valentía y reflejando en su imagen reminiscencias británicas… Sir Carlos Fábregas.
El invierno de su vida, cuando se supone que el guerrero ha adquirido créditos para un retiro merecido, se enfrentó a cara de perro con noticias luctuosas que mermaron todavía más, si cabe, su mala salud de hierro. Este icono tan popular como festivo dio a entender a todos que la existencia puede ser cruel en momentos puntuales, que Dios aprieta pero no ahoga y que se puede ser muchas cosas ante la adversidad del destino. Valiente, amable, atento, conversador… lo reunía todo para representar al pueblo de esta capital isleña y por ende, con responsabilidad, orgullo y satisfacción para escribir una porción considerable de la historia de Mahón… y Menorca.
Es cierto que el viernes 11 de diciembre de 2013 no será recordado porque sonó la traca en la plaza consistorial, los caballos, gigantes y cabezudos inundaron de color las calles… ni siquiera hubo quien pregonara. Sin embargo, 'El clan…' glosa este lamento de crónica de un pregón que podría muy bien suponer un agradecimiento ya no solo por su dedicación, incluso en momentos críticos personales, sino por una vida ejemplar de amor a sus amigos al consistorio, al bar tal, al Centro de Personas Grans, a su La Salle Mahón… a su familia. Carmen, Kiko y Carlos, sentíos orgullosos. La vida tiene estas cosas, ofrece un espejo donde mirarnos, pero también roba su imagen cruelmente quizás cuando más necesitas de ella, la de un líder sencillo, cercano…
Te intuimos en el pórtico. Tras la bienvenida, una voz celestial que dice… 'maonesos i maoneses…'
Gracias por habernos dejado ser tu amigo. Hasta siempre, Carlos.
EL CLAN…