Si hace apenas unos meses algún optimista recalcitrante hubiera anunciado que en el futuro podríamos ir y venir de Barcelona en avión abonando menos de 20 euros le habríamos tildado de iluso alocado.
La realidad supera el pasaje onírico de plantarse en la Península a un precio asequible para cualquier bolsillo. El que suscribe viaja este próximo fin de semana a Barcelona -ida y vuelta- abonando 7,5 euros, es decir, un precio de auténtica locura. El próximo mes repetiré desplazamiento al mismo destino aunque el precio se 'incrementa' hasta los 13,5 euros. No es ciencia ficción, es veraz.
La denostada compañía irlandesa, Ryanair, es la responsable de estos precios de broma que parecen salidos de un juego infantil y ya es hora que Menorca, por la parte que nos ocupa, reconozca esta bonanza. No es ese el coste habitual de los enlaces con la capital catalana, claro está, pero en todo caso, las tarifas cotidianas de esta compañía son, con diferencia, las más económicas de las que nunca hemos disfrutado en la Isla.
En contra de los que critican las carencias de la aerolínea propiedad del excéntrico Michael O'Leary, habrá que admitir que su propuesta tiene más ventajas que inconvenientes para quienes vivimos en la Isla. ¿Que obligan a sacar la tarjeta de embarque online?, ¿que transportar una maleta tiene un coste añadido que puede superar el del propio billete?, ¿que son estrictos con las dimensiones del único equipaje de viaje permitido en cabina? ¿qué tratan de incrementar ingresos con ventas dentro de la nave?... bueno ¿dónde está el problema? Quedémonos con lo positivo y dejemos de quejarnos, es decir, precios asequibles, especialmente si planificas la salida con tiempo, siempre que cumplas sus condiciones. Yo lo prefiero.