Ryanair vuela, es decir, se va de Menorca a partir de noviembre. Son muchos los que protestan por el trato que reciben y las incidencias de esta compañía. Hace dos días en el vuelo de Barcelona. En Alicante han mantenido una tensa pelea con la aerolínea. El Govern se ha sentido chantajeado al exigirle compensaciones económicas por operar con esta isla periférica que se llama Menorca.
Sin embargo, solo aquellos que tienen una cartera que no precisa de OSP se pueden mostrar indiferentes ante la despedida de la compañía irlandesa. Son los que afirman con rotundidad que Ryanair no forma parte de sus vidas. Pueden permitirse pagar un precio más elevado para recibir un trato más digno. Otros, asumen el mayor coste de otros vuelos porque las noticias sobre el estilo de esta "low cost" les asusta.
Nos habíamos acostumbrado al "síndrome de la maleta". Solo 10 kilos y unas medidas máximas. Si se sobrepasan, hasta 60 euros de recargo. Por eso, sueles llegar al Aeropuerto con el susto en el cuerpo, por si te has pasado con el equipaje. Piensas en si hay algo dentro que puedas dejar abandonado. Y contemplas la posibilidad de vestirte con todas las camisas, chaquetas y pantalones, unos encima de otros, para no superar el peso máximo. O te dejas en casa las zapatillas de deporte y todos los libros. Al final, la prueba de la maleta suele superarse sin muchos obstáculos, hasta que un día caes víctima de los controles.
Todas esas emociones van a desaparecer a partir de noviembre. Alguien podrá decir que será un alivio. Pero no es verdad.