Denostada por algunos y aburrida por otros la Tercera División subsiste porque ningún federativo de peso en el concierto nacional apuesta por una reforma que, seguramente, sería necesaria para modificar hábitos y acabar con ciertas rutinas competitivas.
Mientras tanto, en el ámbito insular esta categoría es la mejor de la que disponemos gracias a la titularidad del Penya Ciutadella y el CE Mercadal. Habrá, quizás, una mayor dosis de interés en la Regional Preferente dada la presencia coyuntural de los clubes más históricos de la Isla pero, en cuanto a la práctica del fútbol, la diferencia de nivel resulta indiscutible.
El jueves, en Sant Martí, entre Mercadal y Mallorca B, tuvimos un ejemplo. En un solo partido los jugadores de ambos equipos expusieron reiteradas muestras de su calidad haciendo bueno el tópico que justifica el pago de la entrada para presenciar una sola acción espectacular.
El detalle antológico lo brindó uno de los mejores futbolistas del archipiélago, el capitán Javi Lacueva. Su gol entraría en cualquier ranking que recogiera los mejores tantos en la historia del fútbol balear. Jeroni bombeó un balón desde la línea de fondo al segundo palo y allí Lacueva armó su pierna izquierda para conectar una volea sublime que envió el balón a la escuadra contraria de Stiven. Colosal.
Ya en la segunda parte Enrique Boula, delantero rojillo, empató el partido con un disparo imparable desde 25 metros.
En suma, dos acciones propias de cualquier categoría superior. La Tercera División merece mayor consideración por parte de todos, especialmente por los que no están en ella.