Avanzan los días y se aproxima la cita del 25 de marzo en la que el Club Volei Ciutadella y el ayuntamiento deberán someter su desencuentro a la sentencia del juez designado para arbitrar el contencioso administrativo interpuesto por la entidad hace dos años y medio.
No será para ninguna de las dos partes una experiencia agradable, no tanto por el desarrollo del juicio y el veredicto del juez, sino por el hecho mismo de tener que dirimir sus diferencias en un tribunal. Y es que, transcurridos más de 30 meses desde que la directiva tomara la decisión de demandar al consistorio, no ha sido posible un acuerdo previo pese a que el propio club ha intentado la aproximaxión en un par de reuniones con el anterior y con el actual alcalde. No se entiende que tanto De Sintas como Sampol hayan omitido cualquier respuesta directa al primer club de la ciudad que pasea su nombre por la geografía nacional y merece una consideración distinta dada su categoría.
Afirma su presidente, Andreu Hernández, que existe solución antes de comparecer ante el juez. Esa salida pasa, inevitablemente, por una negociación en la que la entidad querrá obtener algo a cambio, es decir, recuperar al menos alguna parte de las sumas que le fueron consignadas primero, reducidas más tarde y eliminadas finalmente, o bien arrancar algún otro tipo de compromiso que le compense a corto, medio o largo plazo. Es lícito que el CVCiutadella defienda sus intereses y que se abra a cualquier pacto, aunque quizás el primer paso para concretarlo sería retirar la demanda y evitar el juicio.