Los amigos personales -hablo de mi caso- son como los ojos del Guadiana, que en lenguaje coloquial español hace referencia lo que ocurre solo a intervalos, cuando algo o alguien desaparece de improviso y vuelve a aparecer sin avisar.
La vida a través de los años recorre un cauce, como el mismo río, que normalmente has excavado con tu, más o menos, esfuerzo personal. Al principio tu río viene marcado por el hogar familiar, ya que los amigos de tu infancia son los vecinos con los cuales convivimos, compartiendo juegos, excursiones y otras vivencias. Con los años y recorriendo el cauce, se incorporan otras amistades a consecuencia de salir en pareja y el trabajo cotidiano, los de la infancia desaparecen de la escena. Cuando tu vida laboral ha terminado y pasas a formar parte de las clases pasivas – como se decía antaño, hoy decimos, tercera edad, mundo sénior, etcétera-, en esta etapa sí que afinas la puntería en cuanto a los amigos que surgen, ya que otros han desaparecido, como el río Guadiana, que aparece y desaparece, siempre dentro de su cauce.
Apreciado lector, esta vez toca hablar de un amigo muy especial para mí, que hace años conocí personalmente en un bar de Sant Lluís, me presenté con mucho desparpajo, comentándole que tenía un disgusto personal, ya que había intentado comprar su libro recién editado en un par de librerías y me habían dicho que lo habían agotado, su respuesta fue rápida: en casa creo que me queda alguno, me llamas a Es Diari y te digo algo al respecto. En vez de llamar me dirigí personalmente a Es Diari, preguntando por el personaje, la joven de recepción fue a buscarlo y de vuelta me dijo: <en Zaca diu que ve tot d'una, que esperis un segon>. Vino con un ejemplar, me dijo que lo había localizado en su casa y que me lo regalaba. Hablamos de cosas cotidianas, entre ellas que practicábamos el tenis y nos gustaba la buena mesa.
Recuerdo como si fuera ayer, el primer partido de tenis modalidad en dobles, él con su amigo y compañero Juan Carlos y el que suscribe con mi amigo Jenaro, no recuerdo el resultado ni me importa, lo importante para mí es que había brotado – como en el río Guadiana – una gran amistad con Juanito, en "Zaca". Vatuadell cent llamps, a pesar de que él es madridista de pro y el mochilero, barcelonista, nuestra reciente amistad es inquebrantable.
El próximo 30 de abril, en la Sala Polivalent Albert Camus de Sant Lluís, el Menorca presenta un libro titulado "Humor propi+12" de uno de los mejores humoristas gráficos que tenemos en este país, el maestro Zaca. Bajo mi punto de vista, además de gran humorista, tiene una envidiable calidad humana. Apreciados Sol y Lluís, tenéis en casa una gran persona que está por encima del gran dibujante. Juanito, per molts anys…