Hace algunas fechas –el 13 de febrero- se celebró el Día Internacional de la Radio, un medio de comunicación con el que me siento identificado por su idiosincrasia en lo que a inmediatez se refiere a través de informativos horarios o intervenciones de urgencia. También es importante desde el canal de periodismo de entretenimiento a base de tertulias, entrevistas, monólogos… En definitiva, que el mundo radiofónico ha sido por espacio de tres décadas compañero de fatigas, de ilusiones, de retos, de emociones, de recuerdos…
Todos tenemos una historia de vida laboral que refleja la empresa en la cual desarrollamos la faena y sus características, en ella escribimos también, aunque en una lista diferente, todas aquellas historias, aquellas personas que forman la información de los apartados laboral y personal, me remiten a la década de los ochenta… qué tiempos aquellos.
Posiblemente todos los inicios son duros, pero yo tuve la fortuna de aterrizar en la Cope, Radio Popular de Menorca, donde un grupo de amigos –profesionales y amigos- se encargaron de amortiguar mi inexperiencia. ¿Qué amigos? El comandante en jefe era Bep Gabrinetti (QEPD) y la relación comienza con Serafín Vigara, Miguel Ángel Pons, Miguel Ángel Mir (QEPD), también Nicolás Andreu, corresponsales como Lorenzo Fábregas, Germán Pons…y las míticas voces femeninas Juana Pons (Verde Campo) y también Mery Hernández.
Aunque no respeto cronología, también coincido en la SER con Manolo Gálvez. Cuando la emisora abrió la delegación de la mano de Fernando Caelles y Francisco Javier Olvera, opté coordinar el área deportiva, pero finalmente el elegido fue Fernando Serrano.
En Antena 3 aprendo con Carlos Ortego en el primer informativo de la mañana, con Pau Pons, Gloria Campo y mi amiga Diana Font en diferentes franjas horarias… y un jovencísimo estudiante Luis Soler, y más tarde Vicente Gómez en M80.
De todos aprendí algo en el plano profesional, pero si un motivo provoca que mi memoria los conserve lucidamente son la forma de vivir y entender la radio, su magia, su pasión, a disfrutarla y a padecerla…
Mi agradecimiento personal a Pau Pons, una carrera catapultada a la isla hermana de Mallorca donde también se forjó como periodista habiendo demostrado en Menorca que esta 'piscina' menguab para un tiburón como él.
También debo agradecer las exigencias a superarme a las que me somete Diana Font y a quien debo mi regreso al periodismo radiofónico activo de la mano de la emisora Onda Cero.
Me consta que me olvido de personas, pero estoy seguro que sabrán disculparme mi omision.
La radio es como la fe, no se sabe muy bien por qué esta ahí, cómo ha conseguido dominarte, como una droga invisible pero que de produce una catarsis que te obliga a vivirla, disfrutarla y padecerla una vez, otra y otra vez más…
Tal es el grado de satisfacción y alegrías que me produce, que una emisora de radio ubicada en Mahón, en horas bajas, contrata a un locutor mediático y polémico con el objeto de emitir en franja horaria de madrugada nocturna, un espacio lo suficientemente importante y rentable para que saque a flote la continuidad de la misma es el argumento central de la novela, la primera, que publiqué en 2012 dedicada, precisamente a la familia de la radio: Aquí la KW23, ¿Me prestas tu alma?
Así pues, les agradezco su lectura, la que hace referencia a este Clan, su fidelidad, les esperamos en el próxima publicación que será mejor que ésta, o al menos esa será nuestra intención.
Sean todos ustedes felices y… saludos cordiales.