Bien conocidos en Menorca los "figuerals" de higos chumbos (Opuntia ficus-indica) que forman junto a los otros tipos de higos (Ficus carica), toda una cultura que se pierde en el devenir de los siglos. De hecho fueron los romanos quienes valoraron su poder energético y nos transmitieron las formas de aprovecharlos. Son pocos los caminos de Menorca que no tengan higueras en sus laterales, como no son pocas las casas de campo que no tengan inmediatas las chumberas, alimento en su momento para el hombre, siempre socorrido recurso para la alimentación de los cerdos. Para el hombre tiene virtudes antioxidantes por su cantidad de vitamina C. Por ello fue considerada una fruta antiescorbútica en los tiempos de largos trechos de navegación
La Isla del Rey no iba a ser menos. No sabemos si nacieron las higueras por la mano del hombre o por generación espontánea. Todo el límite marítimo de la Isla está jalonado por chumberas. Las higueras "cristianas" están en lugares específicos y ofrecen aun hoy unos frutos de muy buena calidad.
Lo del licor de las chumberas, nació del contagio con culturas de nuestros hermanos italianos que aun hoy, las destilan con verdadero mimo.
Y vista la generosidad de nuestras chumberas, un día decidimos contactar con destilerías Xoriguer para estudiar su posible destilación y comercialización. Nosotros nos encargábamos de cosechar los frutos; ellos de extraer un más que agradable licor.
Cada año se reproduce el corte. Los voluntarios, llegado Septiembre, recogen los frutos y Xoriguer destila aromas, sabores y graduaciones de alcohol.
Cada vez que el lector saborea el "licor de figa de moro" de la Isla del Rey, se lleva no solo al paladar algo muy nuestro, sino que a la vez nos ayuda en nuestra compleja ingeniería financiera, por supuesto gracias al apoyo de Xoriguer.
Luis Alejandre Sintes
General (R)