El puerto de Mahón es uno de los lugares más concurridos para practicar el recomendable y sano ejercicio de caminar; en mi caso particular, voy combinando el tenis y el ejercicio de paseo. Estudios médicos muestran que una caminata regular reduce el riesgo de infartos cardiacos, cáncer, diabetes y problemas de vejiga. El caminar también promueve la longevidad y reduce el riesgo de fracturas de cadera en personas mayores. Si además añadimos que nuestro puerto proporciona unas vistas inmejorables, nuestras retinas también lo agradecen.
Uno de estos días, siendo mi ruta habitual finalizar en El Paseo de la Alameda, o sea, es passeig de s´Hort Nou dirección a Sa Costa de Ses Piques, me di cuenta de que en la zona de ses piques un equipo de albañiles tenía preparado todo el material, para una pertinente obra. La alegría fue instantánea, ya que desde hace muchos años estoy reivindicando por activa y por pasiva, que las baldosas rojas que adornan las cuatro bebedoras de ganado son una verdadera horterada. Aleluya, pensé, al final se han decidido a restituirlas por unas tradicionales, o sea, de piedra o marés como son las que podemos ver en cualquier parte de Menorca, entre las construidas en tiempos pasados.
Mi curiosidad me hizo volver al cabo de varios días a ver cómo iba la reforma. Vatuadell cent llamps, no las habían tocado, dicha obra reciente no tenía nada que ver con las bebedoras de ganado y el león de piedra, que en su día vertía el agua correspondiente, cuando me vio se moría de risa. A partir de ahora me rindo de reivindicar el pertinente cambio, ya que no lo he conseguido gobierne quien gobierne. Lo penoso del tema, es que tenía un empresario dispuesto a efectuar el trabajo altruistamente, sin que a los de Dalt la Sala les costara billetaje.
Hace un par de días, «Es Diari» publicaba un artículo de opinión de Horacio Gomila, sobre el avance del proyecto del futuro ascensor de sa Costa de ses Voltes, haciendo referencia a una visita a Vitoria, en cuyo casco antiguo, en las calles con una pendiente considerable hay instaladas rampas mecánicas que funcionan a la perfección.
Apreciado Horacio, nosotros estuvimos de visita en esta antiquísima ciudad vasca Vitoria-Gasteiz, por cierto aún conserva los dos nombres, y confirmo lo que vosotros experimentasteis en cuanto a movilidad usando las cintas mecánicas, funcionando sin aglomeración de los transeúntes y los residentes estaban encantados.
Cuando lleguen los cruceros, en el caso de que quieran subir 1.000 pasajeros a Mahón, teniendo en cuenta según información publicada que la capacidad del ascensor es de 21 personas, el viaje es de 1 minuto, entre entrar, subir, salir y descender, aproximadamente 3 minutos, el último en subir tardará más de 2 horas.