Charlábamos los miembros de 'El Clan…' en compañía del senior de la familia y agotados los temas típicos y tópicos, no faltó –no recuerdo quién- el que poniendo un punto final a varios minutos de 'diálogo de besugos', acudiera al lamento más profundo que conocemos y que escribe un punto de inflexión en la reunión. 'Ya es navidad, luego fin de año. año nuevo, los Reyes, Sant Antoni, disfraces, Semana Santa y vuelve a empezar con el verano y las fiestas patronales, todo esto en apenas una semana…'.
La verdad es que la vida, en líneas generales, es como un coche de carreras que se pone de cero a cien en apenas diez segundos. No diré segundos pero lo voy a dejar en minutos. Diez minutos. La película, de la cual tú y solo tú eres el protagonista, te encuentras intentando cumplir con el mandamiento de la siesta. Para conciliar el sueño viajas por la historia de tu existencia. Niñez, juventud, adolescencia, primer trabajo, primer amor, primer hijo, primer 'ere', primera depresión, primera hija, primeros óbitos familiares, primer divorcio…sí, son muchas cosas pero un día cualquiera, aquel coche frena de golpe y, efectivamente, han transcurrido diez minutos. Como me siento benevolente, un cuarto de hora desde el kilómetro cero hasta que ese frenazo que hace despertar tu inteligencia adormecida, a la postre provoca que, automáticamente, se active el panel de control y una lucecita roja parpadea. Sí, es tu conciencia que viene a someterte a un tercer grado desagradable porque como si fuera un 'coach' personal, tiene las preguntas exactas y te desgarra el llegar a la conclusión –subjetiva, por supuesto- de que tú, y sólo tú, eres el culpable del fracaso de la vida de la cual eres el 'prota'.
Te despiertas sudoroso tras cumplir con la sagrada siesta, crees haber dormido toda la tarde, miras el reloj, has soñado mucho pero en muy poco tiempo: sólo diez minutos, apenas un cuarto…
La reiterativa intención de hacer dieta, dejar de fumar, ir al gimnasio, aprender inglés y un largo etcétera de deseos de voluntad que se derriten cual azucarillo en leche, coincide con el año nuevo la venida de los Reyes Magos de Oriente y, añadiendo una candidez propia de un niño de cuatro años, mentalmente hacemos nuestra particular carta a los Melchor, Gaspar y Baltasar. Los tres vienen y eso me consta, con la intención de llegar a tod@s l@s niñ@s con puntualidad tanto horaria como coincidente en lo que de ellos se esperaba.
Lo que ocurre es que cuando llega la Navidad, las reuniones familiares, la visita de amigos que ves una vez al año, regalos, deseos de buena salud… como si abriéramos un paréntesis en nuestras vidas, una tregua en la lucha diaria y hasta incluso llegamos a abrazarnos con aquellos que tiempo atrás –y desconozco los motivos- un día dejaron de saludarte. Si fulanito supiera lo que me importa su saludo...
Todos, y cuando escribo todos no me dejo en el tintero ni al apuntador, hacemos cartita para los Reyes –los independentistas, ¿a quién deben enviar su carta?– pero supongo que cada solicitud adulta contendrá deseos lógicamente diferenciados de las de los más 'peques'.
Nosotros, que junto a los del senior de El Clan... sumamos más de doscientos años, por experiencia os vamos a pedir algunos favores, si se encuentra en vuestras manos 'mágicas'.
Nos gustaría cambiaros el nombre. Lo de magos ya no cuela. Votamos por algo parecido pero que sonara a más realidad. A partir de ahora, ''Los tres Reyes MAJOS'. El impacto visual es leve y más moderno. Suponemos que siendo, de momento, mágicos, apostaríamos que tenéis contacto directo con el 'crupier de la vida'. Pues un par de solicitudes... por ejemplo que después de 'ganarles' la partida a los David Bowie, Alan Rickman, Glenn Frey, Frank Sinatra, Prince, Juan Gabriel, Gen Wilder, Leonard Cohen, Zsa Zsa Gabor, George Michael, Matt Roberty, Bud Spencer, Muhamed Ali, Maurice White, Manolo Tena… y otros tantos (QEPD) que por espacio omito pero que tanto arte ofrecieron en horas invertidas en entretenimiento que nos hicieron felices cada uno en su apartado y momento. Pues eso, le dices que se deje ganar alguna vez, que si alguien hace trampa, mire para otro lado…
No, no amigos 'Majos', no vamos a caer en la torpeza de encargaros 'salud, dinero y amor', pero sí que nos traigais algunas dosis de cordura y pensamiento sensato a la hora de enfrentarnos a las pruebas diarias, a aprender amar a quien, quizás, no se lo merezca, a perdonar, a no enjuiciar… un poquito sólo, ¿vale? Como diría cierto actor televisivo de serie, un poquito de cordura, por favor'
Le decís al 'crupier de la vida' que nos libre de los disparates de Donald Trump, que le sustituya el suyo por un cerebro normal, que cesen las guerras, que de una puñetera vez acaben los juicios por las tarjetas 'black', el caso 'Nóos', que los responsables públicos sean honestos, que acabe la pederastia, el hambre en el tercer mundo, en definitiva, que nos formatee y volvamos a empezar.
Mis queridos Reyes 'MAJOS', esperamos no habernos pasado con nuestra exposición, pero alguien (más) tenía que decirlo.
Bueno, un último favor, pequeñito, asi de menudo, una simpleza... bueno, que el Real Madrid gane la Champions y la Liga. Sólo eso, ¿Vale 'majetes'?
Feliz 2017 para todos.
Fdo. El Clan…