Aquí, como en la Legión...nada importa tu vida, ni oficio anterior, aquí, lo único que importa es una actitud de entrega ilusionada al trabajo (Art.1º del Credo del voluntariado adscrito al Departamento de Restauración).
Cómo nació, quiénes conforman este Equipo y que hacen. Cuando tras meses de abrirnos trocha a golpe de hacha, rematando la faena con inmensas fogatas, logramos alcanzar las edificaciones, hizo falta un chute de optimismo para no salir corriendo al embarcadero, echarse al agua y a nado alcanzar Fontanillas. El espectáculo aparecía dantesco, al degradado estado de abandono se añadía la eficaz colaboración de los depredadores, cantidad de vigas sustraídas, ni una puerta, ni una ventana; las palomas, a cientos, anidando en las partes altas, acumulaban en los suelos cantidades ingentes de material apto para el abono agrícola y seguramente, carente de toda publicidad, debió celebrarse un congreso de grafiteros, concurso incluido, que no dejó pared sin impronta por ambas caras, es decir, por fuera y por dentro y como no hay artista sin poso filosófico, la figura se complementaba con sentencias escritas que al pueblo llano nos cuesta captar. Que hacer pues, limpiar. Que supuso, cambiar el hacha y la azada por la escoba y la pala, íbamos progresando. Tras la limpieza empezaron las pequeñas reparaciones que exigían la puesta a punto de los locales, otro paso, que implicó el uso de herramientas mas sofisticadas y mínimos conocimientos técnicos, comenzaba la especialización.
Sin solución de continuidad comenzaron a desembarcar en la Isla artilugios de toda clase y condición, inicialmente con cuenta gotas, a reglón seguido, en forma de cascada: muebles, imágenes religiosas, camillas, cajas registradoras, ataúdes, probetas, balanzas y básculas, mesas para autopsias, sillones de dentistas, aparatos de rayos X y ...diga Vd. lo que quiera que acertará. Todo pasaba por el Equipo de Restauración, material que requería una simple limpieza, otros necesitados de una no siempre fácil puesta a punto.
Si no conoce la Isla, prográmese una visita y seguramente se llevará una grata sorpresa y podrá comprobar, que en un entorno de sencillez, lo referente a medicina y farmacia alcanza niveles dificilmente superables, amén de otra diversidad de exposiciones que recrean casi todas las actividades que a lo largo de los siglos han tenido como soporte físico la Isla.
Cuando citaba antes que se alcanzaba la fase de especialización, se produjo un fenómeno silencioso de dispersión/agrupación, posiblemente sin apenas dirección, en el cual el voluntariado, por oficio, por afición, por amistad, por ...iba formando equipos en función de las necesidades: jardinería, farmacia, medicina, recogida de aguas, ¡cocina!, biblioteca, pintura, etcétera...y Departamento de Restauración.
En el citado Departamento se reunieron personas procedentes de oficios o trabajos variopintos y de distintas nacionalidades, aquello recordaba vagamente la Torre de Babel, que compenetrados, ayudándonos mutuamente y alertados por el Art.2º del antes mencionado Credo que reza "Inténtalo que, tu si, eres capaz de hacerlo", nos enfrentábamos a cualquier trabajo que se presente, convencidos que llegará a buen puerto. Hay que reconocer que algunos son realmente profesionales; mecánicos ajustadores, carpinteros, electricistas y el resto manejamos bien la brocha, la lija y como no, el trapo y la escoba para quitar polvo. Eso si, la fidelidad y continuidad han logrado la capacidad de no rendirse ante nada.
Martillo, tenazas, serrucho y poco más componían la dotación de instrumental disponible; cada domingo era obligado acudir al trabajo con la herramienta oportuna: brocha, destornillador, alicates, lijadora y por supuesto con la pintura, los tornillos, la lija, etcétera. Como el tiempo lo arregla casi todo, hoy el taller está dotado con un buen equipo de herramientas, resultado de aportaciones y donaciones, muchas de ellas con acento inglés. No obstante si alguien quiere echarnos una mano, no nos iría nada mal un pequeño torno (no para madera que tenemos) mecánico.
Nuestra ubicación dentro de la Isla, ha sido trashumante, siempre apartados de los circuitos turísticos, parece que al fin nos han asignado unos locales definitivos y lo creemos así, porque eran unos sótanos oscuros, húmedos, con antigua función de carboneras y puede que más remotamente se tratara de las mazmorras. Pero como una de las definiciones de la inteligencia es, la capacidad de adaptación al medio, bien aireados mediante corrientes de aire ha desaparecido la humedad, una buena iluminación crea un ambiente agradable y su discreta situación, permite de tapadillo, a media mañana tomarse un buen café, con un chorrito de Chinchón.
Domingo a domingo con renovada ilusión acudimos a nuestro trabajo, llevamos años y si cabe con más alegría porque nos sentimos útiles y palpamos lo resultados.
Illa del Rei, Isla del Hospital ¡Quien te ha visto y quien te ve!
Equipo de Restauración.