El Grupo Mixto del Congreso de los Diputados es cada vez más numeroso, heterogéneo y variopinto. Ahí están los parlamentarios de Podemos; también José Luis Ábalos el ahora muy denostado ex número 3 del PSOE exministro de Pedro Sánchez que se aferra a su escaño tras hacer caso omiso a la petición de entregar su acta al PSOE por el explosivo ‘caso Koldo’.
Y pronto se incorporará el mallorquín Vicenç Vidal, que en julio de 2023 fue elegido como diputado de Sumar, o sea de la vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz tras ser presentado y arropado en Menorca y Mallorca como su candidato, y contar con el entusiasta apoyo de los dos Més.
Integran el Grupo Mixto, ubicado en el gallinero del hemiciclo y que no ha parado de crecer desde que empezó la ‘legislatura horribilis de Pedro Sánchez’, todos aquellos parlamentarios que «no se han integrado en un grupo como miembros iniciales o como asociados del mismo, por no reunir los requisitos reglamentarios de número o partidistas o electorales».
Es el caso de Vicenç Vidal. El exconseller de Agricultura en el anterior Govern del Pacte de Francina Armengol manifiesta que quiere abandonar lo antes posible el grupo de Sumar para ir al Mixto «como medida para trabajar contra la corrupción y defender los intereses de los ciudadanos de Balears». ¿Y por qué ahora, precisamente ahora, Vicenç? Sencillamente, por todo lo que esta descubriendo la eficaz Unidad Central Operativa de la Guardia Civil.
Vidal y los dos Més no quieren inmolarse políticamente al apoyar un partido en descomposición, cuyos cadáveres y zombies han conducido al PSOE a una situación catatónica y la incapacidad, por higiene democrática, de poner fin al hiperliderazgo de Pedro Sánchez que había fiado de su baraka. Pero no es infinita ni vitalicia, y todo se acaba.
Romper con Sumar
Més per Mallorca y Més per Menorca ya han descubierto cómo romper con Sumar, del que quieren irse porque ahora, resta en lugar de agregar.
La decisión-karakiri de Yolanda Díaz de continuar en el Gobierno de Pedro Sánchez tras el pestilente hedor que emana del ‘caso Koldo/Ábalos/Santos Cerdán’ ha abierto la puerta a la ruptura irreversible de los dos Més. Así la ejecutiva de Més per Menorca someterá a consideración de la asamblea, el 5 de julio, el pase de Vicenç Vidal al gallinero del Congreso, léase el abigarrado y multiforme Grupo Mixto.
En primer lugar porque «durante los dos primeros años de esta legislatura los avances en la agenda menorquinista son totalmente insuficientes» y también por «las presuntas prácticas corruptas muy graves en el PSOE».
‘CASO KOLDO’. Francina Armengol ya compareció en mayo de 2024 ante la comisión del Congreso que investiga el ‘caso Koldo’. Ahora tendrá que volver a comparecer, en el Senado, el 8 de julio, a petición del Partido Popular.
El PSOE, asediado
La cuestión capital, para los dos Més, consiste en que «la respuesta del presidente Sánchez ante el escándalo de corrupción es decepcionante e insuficiente» y que en estos momentos resulta muy difícil mantener la confianza en un PSOE asediado por la corrupción, sin tener la garantía de que puedan aflorar nuevos asuntos». Que aflorarán en breve.
Y apunten un tercer motivo: los últimos movimientos de Sumar para implantarse en Balears lo que, para Més per Menorca, significa «traspasar una línea roja del acuerdo de coalición». Dicho con otras palabras, aquí estamos nosotros y no pretendáis ocupar nuestro espacio.
El cheque en blanco
Vidal ha descubierto ahora, cuando salpica al socio de Sumar, que «la corrupción es un asunto grave», que «nosotros no estamos aquí para dar un cheque en blanco a Pedro Sánchez» y que Sumar ya no tendría que formar parte del Gobierno con el PSOE.
Los hechos y las decisiones se precipitarán en los próximos días, si no se avanzan a las próximas horas. La legislatura está herida de muerte y la inmensa corrupción que está aflorando modificará el escenario político de España, con réplicas y repercusiones en Menorca y en Balears que llegarán a mayo de 2027.