En el sector sanitario público estos días el ambiente está caldeado, se han hartado de las largas del Ministerio de Sanidad y de su titular, Mónica García. Los médicos y facultativos exigen un estatuto y un ámbito de negociación propios, y así lo hacen constar incluso empapelando las mesas de la cafetería del hospital. Su malestar y el fracaso del diálogo nos va a pasar factura a todos, de momento ya van más de 500 consultas de especialistas canceladas y 52 pacientes que se han quedado sin operar.
Las listas de espera estarán desbocadas cuando acabe esta huelga, lo sabemos los pacientes y ellos mismos, que tendrán que afrontarlas, pero sin presión no hay logros. «¿A qué patrón se le permite imponer horas extra, guardias de hasta 24 horas en festivos como Navidades, al precio que él marque, y que encima no cotizan de cara a la jubilación?», clamaba ayer un especialista.