La Inteligencia Artificial relaciona directamente la palabra «aposentarse» con las gaviotas, que «se posan, asientan o encuentran refugio en un cubo de basura o incluso un tejado, buscando descansar o comer».
La de la imagen hizo algo más, se supone que tras la digestión, y parece ser asidua del pobre Cristo de Santa Clara. El punto más alto del monasterio de Ciutadella y, por lo visto, el más socorrido por estas aves que, dice también la IA, «viven entre 10 y 20 años en la naturaleza, pero pueden superar los 30 en cautiverio».
Por suerte, para el Cristo, ésta vuela tan libre como la ‘Gavina voladora’ de Marina Rossell que, de camino a la «platja assolellada, de dolços records», se aposenta y relaja el esfínter sobre su cabeza. El convento fue reconstruido en 1945 y el pobre Cristo lleva ya 80 años permaneciendo impertérrito a sus posos.