Me dirijo por la presente tanto al director del diario MENORCA como al Sr. Oleo, presidente del At. Ciutadella, al cual además conozco y tengo en estima. Paso a contar los hechos ocurridos en el partido del sábado anterior correspondiente a la Copa regional de fútbol entre los equipos At. Ciutadella y Sporting Mahonés. Acudí al partido en calidad de director de la escuela de árbitros de fútbol de Menorca, para ver actuar al árbitro David Pons, que es uno de los chicos que este año trata de dar el salto a la tercera división de nuestro fútbol. Allí me encuentro con Rodri, gran alma mater del Atlétic y con muchos personajes habituales del fútbol. También estaba el llamado periodista Sr. Santi Gomila, pero esta vez en calidad de directivo del club local (pluriempleado este hombre, en verdad). Me saluda como siempre con cordialidad (o peloteo, ¿verdad Santi?). Sin más me sitúo en las gradas y allí sigo el partido, que fue intenso y con ciertas dosis de polémica.
En la segunda parte, a escasos metros de mi, se sentó el Sr. Santi Gomila, que según pasaba el partido se fue calentando e iba protestando al árbitro con más vehemencia. De las protestas pasó a los gritos y al insulto en los siguientes términos: «Ets un fill de p.. de verga». Y se quedó tan ancho. No sé si me vio o no, es lo de menos. En ese momento no le comenté nada, pero coincidimos al día siguiente en otro vestuario ya que hacía la crónica del partido en que yo actuaba. Al recriminarle su actitud me comentó lo siguiente: «Sé que actué mal y lo recononozco, Pedro, pero luego, una vez que finalizó el partido fui a ver a David para disculparme por las cosas que le había dicho. Estoy muy arrepentido y se lo dije personalmente». ¡Ole!, pensé. De sabios es rectificar y más difícil pedir perdón por algo en este país. Se acabó el tema para mí.
Cual seria mi sorpresa cuando el lunes, día que tengo clase con mis alumnos, le comento a David el caso y me dice que el Sr. Gomila en ningun momento se fue a verle despues del partido ni le dijo nada de nada...
Para información general diré tambien que este periodista cuenta o contaba con la ayuda de los árbitros de manera sistemática en todos los partidos que la requiere, facilitando su labor en temas de alineaciones, acceso a vestuarios etc.
Y para finalizar unas preguntas que dejo para la reflexión de los destinatarios de esta misiva : ¿Puede este señor ser directivo de un club y a la vez periodista y hacer las crónicas de los partidos de fútbol de los rivales de su club con ecuanimidad y siendo fiel a lo que ocurre en los campos? ¿Puede este señor analizar la labor arbitral desde el sentimiento de unos colores además del total desconocimiento de las reglas y el reglamento de fútbol? ¿Un directivo que representa a un club puede chillar, protestar e insultar gravemente al colegiado de manera pública y notoria?
Y una última para usted Sr Gomila: ¿Qué calificativo le pondría a una persona que miente al cabo de 24 horas del hecho diciendo que ha pedido disculpas cuando no tuvo la personalidad suficiente para hacerlo o simplemente no quiso hacerlo?