El hotel y los 491 chalés que Prasa quiere construir en Son Parc, el proyecto hotelero de Sebastián Triay Fayas en Santandria, el hotel y los 20 chalés que Agrytursa promueve en Sant Tomàs, el hotel Sa Punta en Maó y los antiguos proyectos de Sa Nostra (hoy Sareb) en Es Castell son algunas de las actuaciones que hace años aguardan las autorizaciones de la Administración en Menorca.
Son inversiones que han motivado acuerdos de los promotores con los ayuntamientos —es el caso de Prasa en Es Mercadal- y que, por diferentes razones, no se han podido llevar a cabo. Propietarios e inversores permanecen a la espera de la respuesta que, en última instancia, corresponde dar al Consell insular como garante de la aplicación e interpretación del Plan Territorial Insular.
La nueva Ley General Turística y los cambios que introducirá la Norma Territorial Transitoria permitirán dar estas respuestas. Corresponde al Consell valorar y analizar, con los ayuntamientos, cada uno de estos proyectos para determinar su viabilidad, adecuación al planeamiento y si realmente constituyen una mejora de la oferta turística. Lo que no tiene sentido consiste en mantener en vilo a los promotores y retrasar las decisiones administrativas, en un sentido u otro.
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