Las detenciones de tres sacerdotes y un seglar, relacionados con la denuncia por un supuesto caso de pederastia en Granada, son las primeras consecuencias de una investigación judicial que se ha puesto en marcha gracias a la decidida intervención del Papa Francisco.
Frente a la pasividad con que reaccionó en un primer momento el arzobispo Francisco Javier Martínez, se impuso la contundencia de la 'tolerancia cero' del Vaticano contra los abusos a menores.
El Papa Francisco reaccionó con rapidez tras recibir la carta de un joven granadino que le explicó lo ocurrido para evitar que los supuestos autores pudieran abusar de otros chicos.
El mismo Santo Padre se puso con rapidez en contacto con este joven para garantizarle que iba a adoptar medidas. Entonces intervino el arzobispo de Granada con suspensiones cautelares de una decena de personas, entre los que figuran los detenidos. El callar y el mirar hacia otro lado frente a la pederastia se ha acabado con el Papa Francisco. Con su decisión y la valentía con la que ha afrontado este caso de Granada y otros registrados anteriormente demuestra un cambio y una actuación ejemplar.