El vicepresidente de la Fundación CEDE, Francisco Belil, reclamó ayer generosidad y solidaridad a los menorquines para trabajar desde el acuerdo a favor de iniciativas de progreso y desarrollo de la Isla. En la clausura de la jornada organizada por la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos y el Cercle d'Economia, Belil afirmó que «Menorca tiene una oportunidad única, con las nuevas tecnologías y un entorno natural excepcional, para atraer talento y conseguir proyectos innovadores y ganadores».
Los ponentes que intervinieron en este encuentro pusieron el acento en la necesidad del liderazgo y la capacidad de la gestión -tanto en el sector privado como el público-, contar con proyectos que ilusionen, definir un producto propio y potenciarlo como marca, aplicar las oportunidades de Internet para superar el aislamiento geográfico y al mismo tiempo tener en cuenta la nueva generación 'millenials'.
Un conjunto de ideas que, como señaló Francisco Tutzó, presidente del Cercle d'Economia, dependen de los propios menorquines para recuperar los liderazgos que crearon tejido empresarial, puestos de trabajo y riqueza en Menorca.