La detención de dos catedráticos de la Universitat de les Illes Balears, que se conoció ayer una semana después de haberse producido, por la comercialización de un falso medicamento contra el cáncer constituye un durísimo golpe a la credibilidad y el prestigio científico de la primera institución académica de las Islas. Con independencia del supuesto fraude cometido por los implicados, que obtuvieron pingües beneficios, el caso releva graves fallos en el control y vigilancia de las investigaciones que se realizan en los laboratorios de la UIB, así como del provecho económico.
Demasiados años de rumorología hasta que ha estallado el escándalo con la intervención policial. Demasiado tarde. Con el reciente 'caso Nadia' sorprende que un equipo investigador de la UIB ofreciera una pócima anticáncer sin que nadie advirtiera de la estafa urdida por unos docentes desaprensivos con la desesperación de los enfermos oncológicos.
Las cantidades recaudadas son muy elevadas y aún se desconoce el alcance real de las actividades comerciales. Todo a la luz del día, en el ParcBit. Es preciso actuar y dar respuestas contundentes para limpiar esta sucia mancha sobre la UIB.