Dos días después del fracaso de la cumbre del 'Pacte Nacional pel Referèndum', el presidente de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont, anuncia con solemnidad la fecha y la pregunta de esta consulta unilateral e independentista. Insiste en un proceso soberanista con un calendario marcado por los incumplimientos y su naturaleza anticonstitucional.
El Gobierno central insiste en la ilegalidad de este referéndum y reitera que no llegará a celebrarse. Asistimos a un nuevo episodio de la fracasada relación entre la Generalitat catalana y el Gobierno de España.
El 'problema catalán' no se solucionará con sentencias judiciales, sino con diálogo, lo que exige voluntad de diálogo y capacidad de acuerdo por ambas partes. La Comisión de Venecia del Consejo de Europa ha ratificado que todo referéndum debe respetar y atenerse a lo que establece la Constitución. Puigdemont sitúa el proceso soberanista en un callejón sin salida y plantea un desafío al Estado de consecuencias impredecibles. En las elecciones autonómicas de septiembre de 2015 no se obtuvo el respaldo de una mayoría social a favor del proceso independentista. ¿Cuál será el próximo episodio?