La revisión del sistema de financiación autonómica, reclamada por todas las comunidades, implica hallar otras fórmulas para que Balears -hoy perjudicada al no obtener los ingresos que le corresponden por el esfuerzo fiscal que realiza- obtenga una mejora sustancial. No es fácil alcanzar acuerdos porque todas las autonomías exigen más recursos. En el caso de Balears se deben añadir, además, los costes de la insularidad y aquellos que se derivan de la población flotante, como ocurre en las regiones turísticas.
El Govern del Pacte propone un modelo «a la carta» con una doble vía de acceso y la capacidad para recaudar el IVA y el IRPF -hoy gestionado por el Gobierno a través de la Agencia Tributaria- y después efectuar una aportación al Estado en concepto de solidaridad. Es una especie de 'cupo vasco' que, a pesar de ser presentado por una consellera de Hacienda del PSOE, suscita recelos y el rechazo de otras autonomías gobernadas por este mismo partido.
Esta propuesta tendría efectos beneficiosos para Balears, pero no prosperará si no se negocia y cierra el acuerdo con el resto de autonomías. Si nadie quiere ceder estas islas continuarán con una mala financiación.