El Govern del Pacte anuncia la incoación de un expediente para sancionar con 300.000 euros a Airbnb por comercializar en Balears oferta de alquiler a turistas calificada como ilegal. Será la multa más elevada desde la aprobación de la reforma de la Ley de Turismo de Balears, que fue denominada «ley Frankestein» por el dimitido conseller de Turismo Biel Barceló. La plataforma Airbnb, que asegura no haber recibido ninguna notificación oficial sobre esta propuesta de sanción, continúa ofreciendo y gestionando numerosas viviendas destinadas al alquiler turístico en Balears.
Airbnb apela a la «economía familia» para defender su actuación, argumento de escaso peso, porque lo que tiene que hacer es cumplir la ley o, en caso de considerar que la ley balear vulnera normas de rango superior, acudir a los tribunales. Resulta sorprendente que Airbnb haga caso omiso a las advertencias de la Conselleria de Turismo sobre la comercialización de pisos turísticos en plurifamiliares, saltándose la ley. Todas las viviendas que se alquilan a visitantes han de contar con los permisos. Nadie puede eludir la ley, y mucho menos Airbnb que actúa como si no hubiera leyes en Balears.