El documento suscrito el 20 de octubre de 2017 por Quesería Ibérica y Quesería Menorquina determina que debe ser presentado al Govern balear para que «se constituya en garante del presente acuerdo de integración» entre las dos empresas. Para ello «se deberá atribuir al Govern un representante en el órgano de administración de Quesería Menorquina se constituya cuando se materialice el cambio de mayoría en la sociedad». También se solicitará al Govern, indica este escrito, que adquiera una participación minoritaria en la fábrica de quesos.
Ante las dudas e incógnitas que han surgido una vez se ha conocido la situación económico-financiera de la fábrica palentina es preciso que el Govern de la Comunidad Autónoma se defina. Debe pronunciarse y decidir si está dispuesto a convertirse, tal como exige el comité de empresa, en garante de una operación, hoy cuestionada, que suscita una controversia con impacto mediático que provoca un grave daño reputacional a la compañía menorquina. El Govern ha de manifestar si está dispuesto a garantizar esta integración, incorporarse al nuevo órgano de administración y adquirir una participación. Tres decisiones que el Ejecutivo Armengol ya no puede aplazar.