En marzo pasado el Govern, a través de un informe emitido por la dirección general de Ordenación del Territorio, descartó la zona escolar de Alaior para acoger el nuevo centro de salud, tal como venía propugnando el equipo de gobierno municipal encabezado por la alcaldesa Misericordia Sugrañes. Aquel informe concluyó que para utilizar estos terenos era precisa una modificación del Plan General de Ordenación Urbana de Alaior, en la línea de lo apuntado por el exalcalde y hoy gerente del IBSalut en Menorca Antoni Gómez Arbona. Al mismo tiempo, Lluís Corral, director general de Ordenación del Territorio, aseveró que no se podía aplicar el decreto autonómico que agiliza la tramitación de infraestructuras y equipamientos públicos.
Dos meses después, en un nuevo informe, emitido ahora por el director general del IB-Salut, Juli Fuster, esposo de la consellera de Salut, Patricia Gómez, ve viables las dos ubicaciones que el Ayuntamiento puso sobre la mesa para construir el nuevo centro de salud, aún cuando el gobierno local defiende la recuperación del proyecto original en la zona escolar. No se entienden estos vaivenes que hoy demandan explicaciones.